Flora Perdomo
Retomamos el espacio habitual en este medio de comunicación, luego de haber concluido el proceso electoral en el que gracias a Dios y al apoyo de miles de huilenses logramos refrendar nuestra credencial como Representante a la Cámara. Quiero dar las gracias a las organizaciones sociales de mujeres, grupos asociativos, madres comunitarias, madres cabeza de hogar, mujeres campesinas, víctimas del conflicto y demás, por el apoyo firme y decidido que nos brindaron para obtener la segunda votación más importante en el departamento y de esa manera continuar el trabajo en el que estoy empeñada como es el de visibilizar las problemáticas de las mujeres y propender por su empoderamiento político, económico, social y cultural.
Es importante hacer notar, que el Huila logró aumentar la participación de mujeres en el proceso electoral, infortunadamente la respuesta ciudadana no fue la que se esperaba y aunque hubo más candidatas (ocho) para el caso de la Cámara, fui la única que resultó elegida, lo que nos debe poner a pensar a todas en que es necesario fortalecer los canales de comunicación para dar a conocer propuestas y de esa manera sensibilizar a más mujeres sobre la importancia del empoderamiento político como mecanismo para alcanzar más y mejores derechos.
Pese a que se han estructurado planes y programas para ganar espacios de participación política, los resultados electorales a nivel nacional, tampoco fueron buenos. La Registraduria Nacional y ONU Mujeres reportaron que se presentó una disminución en el número de mujeres electas con respecto al actual Congreso. Los datos conocidos indican que logramos alcanzar un escaño 31 mujeres en la Cámara de Representantes y 25 en el Senado de la República, incluida la huilense Esperanza Andrade Serrano, lo que indica que apenas el 20 por ciento de la totalidad de los congresistas somos mujeres, lo que nos deja en una evidente desigualdad para generar leyes que nos posibiliten la igualdad de oportunidades.
En el próximo cuatrienio hay retos muy importantes. Nos asiste la responsabilidad de mantener la constante de dar a conocer los derechos y promover nuevos liderazgos que fortalezcan las posibilidades de acceder a los cargos de elección popular. Mientras sigamos siendo una minoría, nos resultará muy difícil alcanzar las metas trazadas, por ello se hace imperioso comprender que se requiere de la plena conciencia de género y del deseo firme de alcanzar la equidad para que en los venideros procesos electorales las mujeres del país y de la región abran el espectro y nos respalden muchos más.
Desde ya, mi credencial la pongo al servicio de las mujeres de mi departamento. Me identifico con sus problemas, sus sueños, sus necesidades. Permaneceré atenta para ser su vocera y llevar al seno del Gobierno sus requerimientos con el ánimo y el firme propósito de encontrar soluciones que generen una mejor calidad de vida para todas.