Óscar fue más en territorio argentino, en donde lo ganó todo. Fue campeón en el torneo argentino, de la Copa Libertadores de América y campeón del mundo con Boca Juniors, después obviamente de quedarse con el título en el fútbol colombiano.
Córdoba hoy hace parte del staff periodístico de los cables internacionales y sus comentarios vascos en la experiencia vivida a lo largo de una extensa y exitosa carrera deportiva, están llenos de objetividad.
"No deja de ser una bendición más del Todopoderoso poder hablar de lo que más nos gusta, el fútbol, y más a instancias de un Campeonato Mundial, como el que estamos viviendo", afirmó uno de los más queridos ídolos del fútbol en el país.
"Colombia ha logrado conformar un grupo muy competitivo, creo que además tiene jugadores consolidados, muy maduros y hoy figuras destacadas del fútbol internacional, jugadores que son verdaderas estrellas del balompié internacional ", señaló.
El recorrido por el ayer y por el hoy nos llevó a recordar el 94, al comparar las últimas participaciones de Colombia, con una actualidad llena de optimismo, muy parecida al desbordado entusiasmo de ayer.
"Creo que la actualidad de nuestro fútbol es mejor, el 90% de nuestros jugadores están en Europa y tienen una formación más sólida, nosotros en el mismo porcentaje jugábamos en Colombia, la mayoría no había salido al exterior, así que es distinto. Ellos tienen más madurez, nos tranquiliza y creo que los de ayer ya lo están superado y hay que esperar lo mejor de nuestra selección", subrayó.
Todo esto aclara un panorama que podría repetirse, pero en la mente del ex portero de la selección reina la tranquilidad, en la seguridad, de que el hoy de Colombia está lejos de los inmaduros triunfalistas.
"Hay que ganar el primer juego, eso es fundamental, pero no definitivo. Si el resultado no se da, quedan seis puntos y no se puede eliminar antes de tiempo; por lo tanto, confiamos en la consecución de un buen resultado para que el arranque sea positivo y podamos avanzar en el Mundial", destacó.
Óscar Córdoba, nuestro personaje, es asediado por todos, en especial por los medios argentinos, quienes lo convirtieron en su propio ídolo. Su gentileza permanente lo hace asequible a todo, al diálogo e incluso a la facilidad de llegar a la amistad con uno de los más grandes porteros de América.