Carlos Eduardo Amézquita
Mucho se ha escrito sobre el advenimiento del 2020 en el mundo, época de cambios y alteraciones en la cultura, el medio ambiente y los espacios geofísicos. Incluso el Huila (a finales del siglo XX) le apostó a ser “el Corazón Verde de Colombia”, y convino: “En el 2020 el Huila será el corazón verde de Colombia, pacífico, solidario y emprendedor; líder de una región dinámica donde florecen los sueños de todos”, “una región cohesionada e integrada territorialmente…”
Ahora me pregunto ¿por qué la necesidad de los huilenses de prepararse anticipadamente? ¿Qué inteligencias o intereses sociales se movilizaron en aquella oportunidad para inducir tales transformaciones? ¿es que existe realmente la posibilidad de predecir y visionar?
El Ordenamiento Territorial – OT – ha sido el poderoso músculo opita ejercitado históricamente por líderes comunitarios, empresariales y parlamentarios, con sentido futurista. Un colega de la Universidad Surcolombiana me advirtió que había exceso de optimismo en esta pretensión histórica del pueblo huilense, pero no hay tal.
El devenir de los hechos indica que no se equivocaron, pues los recientes sucesos patológicos, como los del Coronavirus, el Chikungunya, confirman que son las pestes, las enfermedades, epidemias y otros gérmenes virulentos, presentes en los territorios, quienes ocuparán en adelante la atención y preocupación central de los ciudadanos del Planeta.
Esto, por supuesto, obliga a los Gobiernos al re/direcciona/miento de la Diplomacia y la gestión política Internacional. Estamos ante un nuevo paradigma global.
Conjetura: La industria militar ya tuvo su “cuarto de hora” en los siglos XIX y XX. Hoy, por el contrario, se está convocando a médicos y paramédicos con urgencia.
Quien lo creyera: Son los parásitos los verdaderos enemigos de la humanidad. Continuará…