La Nación
Un 2020 para hacer memoria 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Un 2020 para hacer memoria

Por: Piero Emmanuel Silva Arce

La modernidad introdujo en las personas una idea de progreso que se ha arraigado en el tiempo. Se concibe la historia como un proceso lineal que va mejorando a medida que pasan los años. Para los ciudadanos del mundo occidental el pasado ha sido superado y las condiciones de vida actuales son mucho mejores. Por el contrario, el futuro y el porvenir son ideas que se venden muy bien. Se inserta una preocupación tan fuerte por lo que va a venir que nadie se detiene a pensar en el pasado, en la memoria, que finalmente es lo que permite comprender las estructuras de la sociedad contemporánea.

A esta preocupación por pensar constantemente en lo que ha de venir, se le suma una cotidianidad llena de vértigo y de amenazas. Esta es la fórmula ideal para no permitirles a los ciudadanos hacer la pausa necesaria con el fin de pensar detenidamente y reflexionar sobre las estructuras sociales que se han venido tejiendo a través de la historia. El problema con esta situación es que se pierde el interés por cuestionar lo establecido porque además de que se da por bueno, no hay tiempo para comprender sus implicaciones; cada uno vive empecinado en asegurar su futuro, algo que en realidad ni siquiera existe.

El Paro Nacional que comenzó en noviembre del año pasado ha permitido darle otra dinámica al tiempo, las personas se han parado a discernir las causas de las movilizaciones con sus familias y en los círculos que habitan a diario. Poco a poco la ciudadanía se ha ido activando y ya se siente mucho más viva. El 2020 puede ser un año donde las discusiones públicas sean amplias y diversas, se puede dar la oportunidad para que los sectores olvidados se expresen y expongan su idea sobre su pasado, su presente y su futuro.

Este año también es fundamental pensar sobre el pasado, volver a reconstruir la memoria de los pueblos que han sido marginados por los relatos oficiales. Podemos volver a preguntarnos por la historia de nuestras familias, su procedencia, en qué actividades se desempeñaban, cuáles eran sus preocupaciones y sus sueños. De esa manera se podrá descubrir mejor lo que somos, se desvelarán las falacias que siguen contando en escuelas, colegios, universidades y medios de comunicación. Seguramente se irán descubriendo las infamias y las injusticias que nunca nos contaron y que se siguen ocultando; los despojadores, los rufianes, los que se quedaron con el poder político y económico, los banqueros y los dueños de grandes fortunas se irán sintiendo descubiertos.
Investigador del grupo Estudios Políticos.