Campesinos del corregimiento más apartado de Neiva observan con preocupación cómo se agravan los problemas de las carreteras de acceso a este sector rural.
Caterin Manchola
huila@lanacion.com.co
Transitar los 62 kilómetros entre el casco urbano de Neiva y el corregimiento San Luis puede tardar entre tres y seis horas, dependiendo del clima. Según los campesinos, a las carreteras hace más de dos años no se les realizan mantenimientos y el miedo de los labriegos se hace más grande con la pronta llegada de la temporada de lluvias.
Hasta este corregimiento al occidente de Neiva, solo llegan las ‘chivas’ (bus escalera), vehículos que están adaptados para recorrer trochas y vías destapadas llevando toneladas de productos agrícolas para comercializar en la ciudad.
De acuerdo con Édgar Álvarez, corregidor de la zona, hace más de dos años hubo algunos arreglos, “pero no le aplicaron buen material y actualmente no hay ni cien metros donde se pueda decir que está en buenas condiciones”.
Para llegar hasta San Luis, se utiliza la ruta hacia Palermo, continuando en dirección occidente por la calzada que conduce al municipio de Santa María desviándose en el cruce Los Guácimos, posteriormente en el cruce Aleluyas, y 18 kilómetros (8 de Palermo y 10 de Neiva) más adelante está el casco poblado. Estos últimos tramos son los más críticos.
“Los principales problemas son los huecos, derrumbes y que la vía es demasiada angosta”, detalló el corregidor.
También existe otro camino por el centro poblado Praga que es más extenso; y donde actualmente se está ejecutando un proyecto de placa huella.
Hernando Pérez Molano, edil de San Luis, es uno de los tantos campesinos que solicita mejoras antes de que llegue la temporada de lluvias, para cual restan aproximadamente 15 días según ha pronosticado el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, (Ideam).
“Después de Los Guácimos comienza la carretera destapada, que cuando llueve se socaba más. Ha tenido mal mantenimiento, si eso mejorara también tendríamos una mejor calidad de vida, podríamos sacar sin tantas dificultades el café, que es lo que más producimos, y los alimentos de pancoger”.
Dolorosos antecedentes
Entre tanto, también manifestó el edil que durante el pasado paro armado del autodenominado Ejército de Liberación Nacional (ELN), permanecieron cuatro días sin servicio de transporte, debido al temor de que el grupo ilegal arremetiera contra los conductores de las chivas o sus vehículos.
Y es que este es uno de los corregimientos de Neiva que más ha padecido los estragos del conflicto interno armado entre el Estado y las guerrillas, especialmente las Farc-EP. Ante la poca presencia institucional el grupo alzado en armas tuvo a su merced toda la zona, impidiendo también que se pudiera llegar con inversión en vías y escuelas. La situación de zozobra cambió notablemente tras firmarse el Acuerdo Final hace más de tres años, pero las obras anunciadas después de ello no se han visto materializadas.
LA NACIÓN intentó comunicarse con el Secretario de Vías e Infraestructura de Neiva, pero hasta el cierre de esta edición no fue posible conocer su posición al respecto.
LA NACIÓN oye a la gente
Mario Guzmán, campesino de la región
Aquí la problemática principal son las carreteras, eso no permite el desarrollo de nuestra región. En este momento los tramos más deteriorados de la vía son los que le corresponde al municipio de Palermo, el cruce de Aleluyas hasta donde inicia Neiva, es decir en la quebrada El Aguacate, vereda El Piñuelo. Ese municipio ha brillado por la ausencia en el mantenimiento.
Sabemos que estas administraciones apenas comienzan, que se están articulando planes, eso nos han anunciado. También hemos visto que para los corregimientos de Chapinero y Aipecito sí han comenzado a hacer placas huellas.
De otro lado, también quiero resaltar que la situación de orden público ha mejorado después del proceso de paz.
Yina Marisa Charry Narváez, edilesa de San Luis
Lo más preocupante es que si somos una zona tan rica, tan productiva, que le aportamos tanto a Neiva, ¿por qué tanto abandono? Es que resulta que pasan años y años que no le hacen mantenimiento la vía. Nosotros decimos, bueno, tenemos una carretera destapada, pero si al menos le hicieran un mantenimiento, si quiera cada seis meses.
Yo vivo en la vereda La Libertad, y en tiempo de lluvias los problemas se agravan más porque no tenemos suficientes placas huellas, entonces llega el agua y se encauza haciendo unos daños gravísimos.
Hace dos años se volcó una chiva, para ese entonces esa fue la noticia del momento por todos los medios, pero esta es la fecha y el sector está en las mismas condiciones. Ni siquiera porque hubo ese percance se le realizó un manejo adecuado.