La Nación
El ejemplo de esperanza 1 24 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El ejemplo de esperanza

Javier Cabrera

Durante mis  últimas columnas  he querido explicar cómo desde el marketing y el coaching aplicado a la política se deben ejercer acciones que permitan transformar a nuestros  líderes,  políticos y  partidos, incorporando en ellos distinciones que les inviten a cambiar, transformar y mostrar en sus acciones unas ejemplares que motiven e inspiren. He explicado que la identidad, humildad, y autenticidad de nuestros líderes son la alternativa  que  puede  regresar la confianza a este ejercicio desprestigiado en la actualidad.

Hoy,  sabiendo que muchos de nuestros políticos se equivocan ahogados en su ego, y no comprenden lo anterior, he querido buscar  a quienes  si lo entienden y se destacan por las lucidez de sus decisiones, por  su apego a lo esencial, a su ser. A aquellos con capacidad de ser más personas que políticos, que toman decisiones firmes con convicción,  al margen de si logran más adeptos, simplemente por el hecho de creer en ellas. Es decir, que actúan con firmeza, no por votos y dan esperanza a la política. En esa tarea  encontré a algunos de los que hablaré en otras columnas, y a Esperanza Andrade,  ejemplo de lo dicho.

Muchos podrán  criticarla por aspectos ajenos a su forma de ser, propios de su entorno y están en su derecho. Además, por buena que ella sea en su trabajo, también puede equivocarse. Pero en su  esencia, Esperanza es diferente a otros políticos, ella  escucha, contesta el celular, atiende permanentemente a quien la busca, asiste a todas las sesiones del Congreso, participa preparándose y no improvisando, se queda hasta los últimos instantes en plenaria, y cada fin de semana sin descanso está recorriendo municipios y veredas, trabajando de la mano de la gente.

Adicionalmente su postura frente al aborto,  ha sido consecuente con su forma de pensar y no acomodada a lo que un sector diga. Su posición ha sido coherente con su pensamiento y su actuar ha sido congruente,  independientemente de los votos que eso traiga para ella.  Ella no solo se ha mostrado ante la gente como la Senadora del Partido Conservador, o como la política,  sino como la mujer, madre y abuela que es. Es decir como una persona que proyecta un liderazgo genuino. Y eso para mí es particularmente ejemplar y digno de mostrar.

Por eso hoy he querido aplaudir a quien hace la política bien, con carácter, firmeza  y  corazón, a  Esperanza.