La Nación
El Coronavirus no se combate con folclorismo 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El Coronavirus no se combate con folclorismo

Alexander Molina Guzmán

 

Ningún mandatario local puede hacer un imposible: Enfrentar solo el Coronavirus. Los mandatarios locales necesitan de la buena complicidad de todos los ciudadanos para que las medidas de mitigación sean efectivas.

Sí, nos tocó bailar con la más fea, un enemigo invisible, que no distingue de clases sociales pero que termina golpeando a los más vulnerables. Yo diría que golpea a los indisciplinados y éstos terminan golpeando a los disciplinados; aquellos que son disciplinados para aplicar las medidas de prevención, pero de nada sirve si terminan contagiados por los indisciplinados.

Sí, está bien, llegó el este virus a un país como el nuestro que es uno de los más desiguales y corruptos; que hace que no tengamos un sistema de salud robusto, sino enfermo; que tengamos una pobreza “millonaria” y una alta informalidad “formalizada”; que tengamos a millones de personas en el rebusque diario; que no tengamos seguridad alimentaria y lo más seguro es que muchos no tengan a veces ni para comer. Pero en este momento de crisis en el cual está en juego la vida de todos es mejor hacer de tripas corazón, dejar el folclorismo a un lado y ser disciplinados. Cumplir con las medidas que tomen los mandatarios locales.

El Alcalde de Neiva, por su innegable liderazgo, es el mandatario con mayor respaldo ciudadano en la forma como ha manejado esta crisis del Coronavirus, según el Centro Nacional de Consultoría, pero si los ciudadanos no nos tomamos en serio las medidas que la Administración Municipal ha establecido no vamos a contribuir en la mitigación del contagio y evitar que se propague rápidamente: La gente que no se lava las manos adecuadamente, que no utiliza el tapabocas cuando realmente lo requiere o lo usa es de corbatín, que no respeta el pico y cédula, que sale innecesariamente, que todavía se aglomera en sitios públicos, que reta a la fuerza pública, que le jala al relajo, al folclorismo… hace las cosas más difíciles y que la situación se agrave.

Si la inteligencia no se combina con la disciplina, estamos perdidos; por ejemplo, ser inteligente es saber que tengo que lavarme las manos, pero si no tengo la disciplina de hacerlo no ayudo a resolver el problema.

Respaldemos al Alcalde de Neiva en la práctica de las medidas, ayudemos en sus estrategias de solidaridad como la “Minga social” y ayudemos con otras; como un “Plan padrino”, ayudando directamente a una familia o persona que realmente requiera de ayuda alimentaria. No es con folclorismo que salimos del atolladero, sino con disciplina y solidaridad.