Francisco José García Lara
El sistema de salud pasó de ser olvidado a ser la prioridad, era lo obvio, lo sorprendente es el oportunismo de quienes por acción u omisión han permitido que el sector tenga tantas dificultades.
Algún exvicepresidente, exsenador y ex muchos cargos, ahora con en el ministerio de salud como cuota politiquera, considera que la salud y la vida están por encima de cualquier cosa.
Lo sigue el expresidente que durante su mandato liberó los precios de los medicamentos y permitió que cuantiosos recursos del sistema de salud se colocaran en TES. El mismo a quien la Corte Constitucional tuvo que ordenarle que actualizara el Plan Obligatorio de Salud (POS), que ha manifestado su gran preocupación por la situación del sector.
A renglón seguido aparece un exministro de salud que durante su periodo no movió un dedo para que se le pagaran a las IPS y EPS las cuantiosas deudas del FOSYGA, pero aparece con unas rimbombantes frases sobre la filosofía de la vida.
No faltan los profesionales de la salud, colegas de este columnista en su gran mayoría, que tienen su cuenta de millas llena gracias a los viajes pagados por los laboratorios farmacéuticos, quienes hoy claman para que al personal de salud se le den todas las garantías para evitar que resulten contagiados.
También están las IPS que gestionaron la aprobación de normas que limitan la integración vertical a las EPS, contrariando la lógica económica e impidiendo que se construyera más infraestructura hospitalaria, que hoy se ven a gatas para ampliar su capacidad para atender a los cuantiosos enfermos que nos puede dejar el Covid – 19.
Las EPS no asumieron posiciones, decidieron que era mejor pasar de agache, “hacernos pasito” como se dice coloquialmente, y ahora se ven enfrentados a una enfermedad que va a destrozarles cualquier calculo financiero que hayan hecho sobre el riesgo en salud.
El superintendente de salud no desaprovecho la oportunidad de hacer protagonismo hirsuto, y sin siquiera consultar con los acreedores, de un plumazo se apropió de las clínicas de Saludcoop, EPS que dicha entidad estatal quebró, pero no muestra ninguna gestión para agilizar los pagos de las deudas de la ADRES con EPS e IPS.
Pueden ser que la pandemia haya generado en todos estos fulanos algún arrepentimiento y por eso estén dispuestos a cambiar su comportamiento, pero lo dudo, solo quieren aparecer como los salvadores del sistema de salud, rasgándose las vestiduras de manera oportunista, para que una vez pasada la calamidad no les toquen sus privilegios y seguir en las mismas.
garcia.francisco@javeriana.edu.co