Jorge Luis Salcedo Restrepo
La industria farmacéutica da empleo a miles de trabajadores profesionales, técnicos calificados y otros derivados de sus funciones. Hay que reconocer que estas empresas cada día compiten en calidad pero siempre en beneficio de los pacientes y si no fuese por ellas la medicina no habría avanzado tanto a pasos agigantados. Yo entiendo que no es fácil atender a todos los representantes de la industria en un solo día, pero también entiendo la paciencia que nos tienen afuera del consultorio mientras vemos a nuestros pacientes a los cuales, si bien es cierto, no quieren a los visitadores médicos, también son los primeros en pedirnos muestras médicas.
En estos días del Covid-19 la visita médica se ha deshumanizado demasiado. No hay nada más agradable que en un intermedio se puedan intercambiar ideas con una persona que no está enferma y que no le está diciendo a uno que le duele por todos lados. Los visitadores médicos le dan otra cara y otro ambiente al consultorio, tanto hombres como mujeres son amables, cultos y muy preparados profesionalmente.
Yo en estos días le comentaba a unos visitadores médicos, uno nacional y otro internacional, que a mí no me gustaba la visita médica telefónica porque me interrumpía un acto médico, tampoco por video y me tenían hasta la coronilla con tanto webinar de covid-19 y otros a las 6pm o 7pm, que son horas en que, o, estoy trabajando, o, estoy con mi familia, o, deseo actualizarme en noticias sobre mi Locombia. Por eso quería que pasara rápido esta pandemia y poder verme con mis amigos los visitadores, quienes viven permanentemente preocupados por la educación médica continua de los médicos, la cual generalmente los Laboratorios programan de acuerdo a las solicitudes de los gremios y las asociaciones científicas.
Para los laboratorios tacaños que desean excusarse en la pandemia para retirar trabajadores o ahorrarse costos en visita médica me parece que están atentando a la larga contra sus bolsillos pues en la pandemia no han dejado de vender mucho o nada, pero si siguen en esa tónica creo que el médico irá “perdiendo adherencia” a los productos que normalmente formula y se irá a otro lado. Ojo pues, espero que no vayan a caer en ese error. Con el tiempo hay que retomar congresos, simposios y reuniones de colegas que cabeza a cabeza pueden opinar, o, discernir sobre sus experiencias médicas.
Me quedo con la visita médica clásica como lo haría “Pacho Loco” visitador médico de Pfizer durante muchos años y quien trabajó hasta los 80 años en su oficio siendo único, el máximo, el mejor, el más recordado y querido por los médicos de mi generación.
Aruz2050@yahoo.com.co