Francisco José García Lara
A 13 de junio de 2020, según los datos de la página web del instituto nacional de salud (www.ins.gov.co), en el departamento del Huila no había enfermos por coronavirus hospitalizados en Unidades de Cuidado Intensivo (UCI).
Así mismo, 232 (85.29%) de los 272 casos diagnosticados de la enfermedad en el departamento estaban recuperados, o sea que solo el 14.71% de los contagiados presentaban la enfermedad activa. Respecto a la tasa de pruebas por millón de habitantes, en el Huila es de 8.242, por debajo del país que se encuentra en 9.585.
Con relación a la disponibilidad de camas de UCI, en la página web del ministerio de salud (www.minsalud.gov.co), se registra que en el territorio huilense tenemos 348, 240 de ellas en Neiva, 60 en Pitalito y 18 en Garzón. Estas cifras nos dan una tasa de 31 camas por cada 100.000 habitantes, superior a la de Colombia que está en 13.1.
Los números anteriores muestran la realidad del momento, es una foto del día, y para el caso de los contagiados es el reflejo de dos semanas antes, el tiempo máximo estimado de la incubación de la enfermedad.
Por donde se miren, los datos muestran que las intervenciones realizadas en el departamento han sido adecuadas, pareciera que hace un par de semanas las estrategias para el control de la pandemia habían sido efectivas, y si bien es cierto es importante hacer muchas más pruebas y es probable que existan casos no diagnosticados, tampoco es menos cierto que los pacientes en UCI u hospitalizados nos dan una verdadera aproximación a la realidad de la situación.
Todavía no hay nada para celebrar, lo que se ha logrado está bien pero esos resultados no son justificación para bajar la guardia, pues se reitera las cifras son una muestra de lo que se hizo bien hace 15 días, por lo que cualquier relajación de las medidas haría que mandáramos a la basura lo que hasta ese momento se había logrado.
Para ser más contundentes sobre la reflexión anterior debemos considerar que un solo foco que aparezca en cualquier municipio del departamento puede generar una nueva diseminación o segunda ola, con lo que prácticamente tendríamos que volver a comenzar a lo que se hizo en marzo pasado.
Debemos continuar usando tapabocas, lavándonos las manos permanentemente, con distanciamiento social y aislamiento, esas son las únicas medidas que han demostrado ser efectivas, no cuestan mayor cosa y solo dependen de la decisión de cada uno para llevarlas a cabo.
garcia.francisco@javeriana.edu.co