Rodrigo Villalba Mosquera
En los 2 primeros años del cuatrienio Duque (2018-2022) no le fue fácil presentar un buen balance, por la expectativa grande que causó su elección, como la esperanza de un cambio generacional de nuestra clase dirigente. Además, hay circunstancias de país adversas.
En estos 2 últimos años, se medirá su talante de Estadista, y liderazgo de conductor de un país ingobernable. Los retos de Duque en lo que falta de periodo:
- Mantener el manejo adecuado de la pandemia del covid-19 en temas de salud, implementar las pruebas de antígenos que utilizó con éxito Corea del Sur a nivel comunitario con el método de rastreo, bajar con celeridad los apoyos a la red hospitalaria regional, poner en cintura a las EPS y ARL, y desarrollar plenamente la Ley de punto final en salud.
- Reactivación Económica: Desarrollar eficientemente el plan anunciado por Duque en empleo, infraestructura, medio ambiente, energías limpias, los más vulnerables, conectividad y salud como eje transversal de la estrategia. Que Duque acepte la propuesta de Renta Básica, garantizando mayor cobertura en hogares y oportunidad de redireccionar los subsidios actuales. El emprendimiento haga sinergia y alianzas con los entes territoriales, algunos tienen avances significativos, ejemplo Gobernación del Huila ya tiene un Fondo de Reactivación Económica.
Ojo con la narrativa y anuncios, de lo que está plagado el camino al infierno, y diseñemos efectivos instrumentos legales y financieros. Sino pone en cintura a los bancos esto no funciona, y tendrá que recurrir a una intervención a fondo del Estado como agente económico. - Medio Ambiente y Energía: No sé cómo manejará el compromiso de campaña de NO al fracking y defensa de los páramos, con la necesidad de explotación de recursos no renovables extractivos, volcando las políticas públicas sectoriales hacia otros proyectos para lograr autosuficiencia energética sin afectar zonas protegidas y medio ambiente.
- Política: Desmarcarse del Centro Democrático, donde no interfiera su gestión e independencia, sin que vaya parecer traición. Reglas claras al interior de su colectividad, pero el presidente tiene que tener su propia impronta. Sea adalid de la despolarización del país.
- Regiones: haga convenios y sinergia con los mandatarios regionales, que estos se conviertan en sus aliados de gobierno, ejecutores de sus políticas y programas en sus jurisdicciones. Como debe ser. Esto le dará réditos.
- Paz: con las prevenciones que tenga al proceso de paz, pero saque adelante los compromisos del Acuerdo, son compromisos de Estado. Colombianos como la Comunidad Internacional están pendientes, principalmente por la protección de líderes sociales y desmovilizados.
Quiera Dios que se alumbre el bombillo, se convierta en una gran estrella que ilumine a Duque, y la ruta que trace para esta segunda parte de su mandato.