La Nación
La dialéctica de la vida 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La dialéctica de la vida

Humberto Silva Cuellar

 

Estos acontecimientos que estamos viviendo, me permiten reflexionar sobre la vida, muchas veces los más grandes enemigos nuestros somos nosotros mismos, sin desestimar esa lucha de contarios que la propia supervivencia o el orgullo y el ansia de poder pueden llegar a causar daño a otra persona.

Lo más elemental como es manifestar afecto mediante un abrazo o una conversación o una reunión, hoy se ve truncado, y sin darnos cuenta, muchas veces nos vemos envueltos en situaciones que uno realmente no sabe qué hacer; si nos remitimos a la biblia, Sansón tenía su fuerza en el cabello largo y Dalila con su astucia y ansia destructora, logró después de un jolgorio, encontrar su debilidad y efectivamente lo logró.

El ser humano y su cerebro, es un misterio realmente, cuando uno cree que lo tiene todo, que grandes políticos se aferran al poder, por encima de todo, sin importar la vida de los demás,  uno se pregunta para qué?, si la debilidad humana es tan real, y el concepto de Dios, nos toca, sin proponerlo; uno no elige donde nacer, como nacer, en qué época, con qué capacidades , en qué familia, de qué o cómo enfermarse; ahí viene el concepto de poder y supervivencia de cada época, pero es bien complejo; los poderosos se benefician por que con sus fortunas no necesitan salir de casa y su vida en el encierro es más llevadera y buscan con facilidad el punto donde la situación sea menos complicada; otros la aprovechan para generar pánico y consolidar su poder y control de vida poblacional; pero para qué? Si la vida son momentos y si todos reflexionáramos sería más armónica, aunque repito la complejidad del ser humano y la Deidad son impredecibles.

En conclusión, por más poderoso que sea un gobierno o un país o un Presidente o un Líder político, todo tiene sus límites. Roguemos a Dios, que esta pandemia termine y permita que la actividad humana y social transcurra normalmente para todos. En lo personal, es bien doloroso para mí.