La Nación
Llamado a la reconciliación para construir país 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Llamado a la reconciliación para construir país

 

Flora Perdomo Andrade

floraperdomo1@hotmail.com

Estamos enfrentando momentos muy complicados. Se percibe en el ambiente un alto grado de inconformismo social debido a las decisiones del Alto Gobierno que no han tenido aceptación en la generalidad de la población. La pandemia del Coronavirus desnudó la fragilidad del sistema económico del país y destapó una serie de realidades que es imperativo atender para evitar que en cualquier momento se presente un estallido social que nos lleve a situaciones y hechos de grandes proporciones.

Las acciones ocurridas en la capital del país y que fueron replicadas en otras ciudades incluida Neiva, en razón a un indebido proceso policial que llevó a la muerte de un ciudadano inerme, es una muestra clara de que si no se atienden a tiempo las necesidades sociales de las comunidades, en poco tiempo estaremos enfrentando movilizaciones y actos que terminarán en mayor violencia.

Para no ir tan lejos, solo en nuestra ciudad, el 37 por ciento de la población económicamente activa no cuenta con un empleo para llevar el sustento a su hogar, un dato más preocupante es de los jóvenes, según el DANE, el 49 por ciento de esta población en edad de trabajar están sin empleo, ello refleja la angustia y la desesperanza que enfrentan las comunidades que además no ven llegar a tiempo las tan anunciadas ayudas estatales y observan como desde el Gobierno se favorece a las grandes emporios económicos, desestimulando a los pequeños y medianos empresarios que no han encontrado otro camino que despedir empleados y en muchos casos hasta cerrar su negocio.

La problemática se ahonda porque ante el panorama sombrío, la gente parece no temer al contagio y pese a los controles la población sale a las calles en su afán de rebusque y en su propósito de evitar que el hambre se apodere de sus familias.

A lo anterior se suma el marcado enfrentamiento político entre sectores que no contribuye en la tranquilidad que hoy más que nunca se requiere para avanzar y por el contrario ese agite provoca más distanciamientos que alimentan la radicalización y que muchos aprovechan para pescar en río revuelto.

El Gobierno Nacional parece desconocer la realidad, no cuenta con empatía entre las comunidades, no logra conectarse y se percibe distante de lo que está pasando, desconociendo las dificultades y buscando crear sensaciones alejadas del real y verdadero impacto que esta situación de salud pública ha generado.

Otro de los factores que está incidiendo en el crecimiento de la inestabilidad del país tiene que ver con la incertidumbre con el proceso de paz.  Pareciera que hay una intención expresa de desmontar lo acordado con la otrora guerrilla de las Farc, aumentado por la ocurrencia casi diaria de masacres y ataques en las que han asesinado a líderes sociales, campesinos, desmovilizados sin que se tenga certeza de quienes perpetraron estos hechos, llenando de miedo a la población, pero además sin una efectiva reacción de las fuerzas del Estado para frenar la violencia.

La ruralidad también juega un papel preponderante. Las políticas del actual Gobierno no son claras en cuanto a estímulos y desarrollo agropecuario. Existe claridad en torno a que la herramienta para afrontar la gran crisis es el campo, pese a ello los recursos que se destinan para los pequeños y medianos productores de alimentos son ínfimos poniéndose en riego la seguridad alimentaria de todos los colombianos. Nuestros campesinos hoy enfrentan serias dificultades porque no cuentan con acceso al crédito, los bancos poco o nada les prestan y en muchos casos hoy están en riesgo de perder sus tierras debido a que no cuentan con dinero para pagar sus acreencias.

Finalmente el acceso a la educación. La gente reclama gratuidad, ante la falta de dinero para pagar una matrícula. En muchos departamentos se ha logrado avanzar, en otros no tanto. La educación pública también es un factor incidente, pues muchos jóvenes han tenido que abandonar sus estudios ante la imposibilidad de pagar los costos del semestre.

Todo lo anterior es un caldo de cultivo que es necesario atender con prontitud, con celeridad y voluntad. Hay que buscar alternativas de solución. Es más que necesario devolverle la esperanza a nuestra gente y así frenar el crecimiento de esta gran ola que parece crecer sin control y que puede desbordarse en cualquier momento.

Ante este panorama que luce sombrío, la invitación que quiero hacer es a que podamos comprender la dimensión de lo que ocurre y que se hace necesario que actuemos generando acciones positivas en nuestro entorno familiar y social. Más que destruir este es el momento de construir y eso se logra con unión. De todos los sectores ideológicos y políticos debemos deponer los ánimos, contribuir a la calma social para enfrentar estos momentos tan duros, requerimos que desde el Gobierno Central se escuche más para que entre todos busquemos  un acuerdo en lo fundamental para sacar adelante las reformas necesarias para que podamos tener un país posible.