La Nación
Acuerdo de paz: entre aspiraciones y desilusiones 1 20 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Acuerdo de paz: entre aspiraciones y desilusiones

“Derecho, política y sociedad”

 

Germán Alfonso López Daza*

El 26 de septiembre se cumplieron cuatro años de la primera firma del Acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y las FARC en Cartagena, en medio de un país ampliamente dividido, de grandes desaciertos del presidente Duque y profundos incumplimientos de la desmovilizada guerrilla.

Como se recordará, el Gobierno encabezado por el expresidente Santos y las FARC protocolizaron ante el mundo el Acuerdo de paz, que posteriormente no pasó la prueba en las urnas por factores como la manipulación de la información, la desaprobación de lo acordado o simplemente porque no querían ver a la guerrilla en un espacio político que no merecía.

Hoy, cuatro años después, lo acordado en La Habana -y ratificado en el Teatro Colón-, deja grandes sinsabores y escepticismo, en parte porque se creía que el fin del conflicto iba a ser el final de todos los problemas de la nación.

Y es que el gobierno de Duque ha tenido que cargar con la desaprobación que su partido realizó desde la firma de la paz. Como se recordará, el exministro del interior de Uribe, Fernando Londoño afirmó que “el primer desafío del Centro Democrático será el de volver trizas ese maldito papel que llaman el acuerdo con las FARC”.

Por su parte, las FARC tampoco ha hecho lo propio para cumplir lo prometido. Ha evadido su responsabilidad por el reclutamiento de menores, no ha reparado las miles de víctimas que dejó su guerra, ni ha dicho toda la verdad sobre el conflicto que vivió el país por casi cinco décadas.

Otro punto ampliamente incumplido ha sido la protección de los desmovilizados por parte del Estado. Las únicas cifras que favorecen son la disminución de ataques terroristas, secuestros y tomas guerrilleras, así como la de policías, militares y civiles asesinados por las FARC.

Por el bien del país, es necesario pasar la página de esta violencia fratricida, cesar las divisiones y enfrentamientos ideológicos que solo favorecen a los grupos ilegales y al otro enemigo de la nación: la corrupción. (*Dir. Grupo Nuevas Visiones del Derecho – USCO).