La Nación
Bioeconomía, la gran apuesta del Huila 1 24 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Bioeconomía, la gran apuesta del Huila

 

Fermín Beltrán Barragán.

La Misión Internacional de Sabios 2019, convocada por el Gobierno Nacional con el fin de trazar la hoja de ruta para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación en Colombia, en uno de sus ocho focos estratégicos despliega las iniciativas en cuanto a biotecnología, bioeconomía y medio ambiente. De capital importancia resulta la introducción del concepto bioeconomía, toda vez que el desarrollo del mismo significa la reducción del uso de combustibles fósiles, la disminución de generación de desperdicios y una compresión sostenible de la producción económica.

De tal manera que transitar hacía la bioeconomía implica adoptar un nuevo modelo de producción, en el cual la gestión del conocimiento y la tecnología será fundamental para la creación de nuevos productos y servicios relacionados o derivados de las ciencias biológicas, que deben estar orientados a la sostenibilidad del planeta y a la supervivencia de la especie humana.

Lograr avances en este aspecto representa incrementar las interconexiones entre muchas cadenas de valor de sectores de la agricultura, los alimentos, la silvicultura, los residuos, los bioproductos industriales y las energías.  También significa ajustes en el modelo de liderazgo y de las costumbres sociales, ser capaces de renunciar a prácticas que destruyen el ecosistema, por ejemplo, a la moda con uso de pieles de seres vivos y la disminución de la vanidad individual de los seres humanos.

El Huila es territorio abundante en riquezas naturales, está ubicado entre dos grandes cordilleras que guardan el valle del Magdalena, 19 de sus municipios hacen parte del macizo colombiano, cuenta con una gran cantidad de páramos y parques naturales, todos los climas, un bosque seco tropical, áreas lagunares, ríos, belleza paisajística, una fauna y flora biodiversa, bien hizo la primera agenda interna al indicar que el Huila será el “corazón verde de Colombia”.

Considero que nuestro departamento tiene una alta vocación bioeconómica, se puede avanzar en este sentido, pero es necesario comprender la importancia de nuestra biota y de conservarla como el corazón sagrado de la región.  Este cambio requiere de una decisión transcendental enfocado al fortalecimiento pleno de la gestión del conocimiento útil, al aprendizaje e implementación de metodologías propias de una sociedad inteligente que es capaz de crear e innovar y generar marcas, patentes y modelos de utilidad, incrementando la producción académica con la rigurosidad del más alto nivel y la creación de más empresas sostenibles.

Para ello, es fundamental diagnosticar el talento humano que tenemos para la transformación y determinar que talento humano nos hace falta y cómo vamos a construirlo, igualmente debemos encontrar la manera de interconectar a los productores, investigadores e innovadores en comunidades regionales, pero también conectadas con el mundo. Desde luego, los niños están en primera fila, por eso debemos fortalecer los clubes de ciencia y las tecnoacademias SENA, entre otros muchos programas, para incrementar el semillero de investigadores y científicos que fortalezcan la construcción de una visión diferente.