La crisis económica a raíz de la pandemia aumentó el desempleo en Colombia, lo que ha llevado a varias familias a recurrir al rebusque para conseguir el sustento diario. La tasa de informalidad ya llegó a 46% en el país.
El Dane reveló que entre junio y agosto la informalidad laboral en Colombia aumentó 2,4 puntos porcentuales (p.p) llegando a 46%.
El informe de la entidad estadística puntualizó que Cúcuta es la ciudad en el país con la mayor informalidad alcanzando el 68,8% de personas trabajando en el rebusque sin cotizar a salud, ni aportar a pensiones; le sigue Sincelejo con el 63% y Riohacha en el tercer lugar con el 62,4%.
Mientras Neiva registró una tasa de informalidad del 48,2%, superior a la media nacional (46%), pero inferior a la registrada en la ciudad en el mismo período del 2019 (53,9%).
Entre tanto, las ciudades con menor proporción en este indicador para el trimestre junio- agosto fueron: Tunja (37,4%), Manizales, (38,3%) y Bogotá (39,4%).
A nivel nacional, en el desagregado de género, se informó que la proporción de hombres ocupados informales fue de 46%, un aumento de 2,4 p.p frente al mismo trimestre móvil de 2019; y respecto a las mujeres, el indicador se ubicó en 46,8%, con una caída de 1,7 p.p.
En el otro lado de la moneda están los trabajadores independientes que venían aportando los pagos a seguridad social, pero la difícil situación por la reactivación gradual de la economía les ha hecho modificar la prioridad de pagos mensuales.
De esta manera, el 90,5% de los ocupados entre junio – agosto de 2020 reportaron estar afiliados a seguridad social en salud, lo que significó una disminución de 1,2 puntos porcentuales frente al mismo período de 2019 (91,7%).
En cuanto a pensiones, la proporción de ocupados cotizantes fue 53,3%, lo que representó un aumento de 2,2 puntos porcentuales comparado con el mismo trimestre móvil del año anterior (51,1%).
¿Quiénes son informales para el Dane?
Los empleados particulares y los obreros que laboran en establecimientos, negocios o empresas que ocupen hasta cinco personas; los trabajadores familiares sin remuneración en empresas de cinco trabajadores o menos y los trabajadores por cuenta propia que laboran en establecimientos hasta de cinco personas, excepto los independientes profesionales.