Francisco Argüello
Parecían niños peleando por un chupete desgastante, pero relleno de poder, medios, 1.500 millones de presupuesto (que los reparten en asesores a quienes votaron por ellos) y lo más importante: estar cerca de un Alcalde que sabe perfectamente cómo funciona internamente el Concejo.
Los concejales- en silencio- libraron una dura batalla para definir el nuevo presidente del Cabildo. Prometieron, acordaron, predijeron e hicieron -algunos- pactos bajo la mesa para conquistar la silla que Victoria Castro- la actual presidenta- no supo aprovechar. Deiby Martínez, de las entrañas del gorkysmo, se quedó con el trofeo, una golosina convertida en papa caliente que le traerá más de un disgusto e impedimentos durante el nuevo año. En sus manos estará la elección de la nueva Contralora (o) de Neiva, pero él tendrá que declararse impedido porque no se quita de encima el piano del escándalo judicial por presuntamente recibir dádivas para elegir Personero y Contralor Municipal. Tendrá que hacerse a un lado. Y Leyla Rincón, la nueva vicepresidenta en la mesa directiva, y opositora- no como el anterior impostor (Amín Losada) que fingió de oposición- estará al frente. Ahí, Gorky tendrá una de sus tantas jaquecas.
Al final, el Alcalde puso al amigo. Y Deiby asumirá una Presidencia con un regalo de entrada: la descentralización que pretendió adelantar Victoria Castro, pero que le fracasará en el intento porque improvisó y quiso aprobarla a pupitrazo ya que le resultaba atractivo: nombrar 12 personas en puestos de carrera administrativa que seguramente pretendía escoger en su mayoría a dedo. Las migajas, o unas pocos, se los daría a Humberto Vargas, creador del proyecto, y Amín Losada, el ponente. Y lo peor: sin consentimiento de la Función Pública, como si fuera a remodelar el baño de su casa.
La descentralización no le pasará. El procurador Regional, Arlid Mauricio Devia, a quien por fin le veo hacer algo, metió la nariz y generó miedo. Envío un control preventivo y tendrán que dejar dicho proyecto a un lado, y seguramente postergarlo para el mandato de Deiby.
El Concejo – en realidad- sigue siendo de Gorky, pero con una oposición dura. La diferencia de votos para escoger al elegido del Alcalde fue de 1. Es decir, el mandatario transita por un campo minado, donde cualquiera de sus amigos si decide traicionarle, le fastidia. Incluso, para la aprobación de un endeudamiento de 60.000 millones de pesos que, de momento, tiene un enturbiado futuro porque en la Comisión de Presupuesto 6 de los 7 concejales están a metros del Gorkysmo.
Nota uno: Sirvió la reunión privada entre Rodrigo Villalba y Gorky Muñoz. Firmaron la pipa de la Paz y al liberalismo le nombraron a Shirley Villamizar de Secretaria de Desarrollo Social. Al representante a la Cámara, Julio César Triana, le dieron por fin una cuota en el gabinete. Le nombraron en la Secretaría de Desarrollo Rural a Fernando Rodríguez.
Por cierto, estos nuevos cargos obedecen a una reestructuración del Municipio bendecida por el Concejo. En los nuevos despachos hubo espacio hasta para la mamá del ex diputado José Eustacio Rivera (él sigue asesorando al Alcalde, pero renunciaría), y Elizabeth Collazos (polémica por un video escándalo), quien será líder del Adulto Mayor. ¡Ah! y a su esposo, José Manuel González, le nombrarán como director del Banco de Materiales.