La Nación
Gorky, La Toma y un llamado 1 18 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Gorky, La Toma y un llamado

Francisco Argüello

 

Pueden decir de Gorky lo que se les antoje- yo le he cuestionado-, puede pesar sobre él múltiples reproches- los hay y se han denunciado-, pero creo que deberíamos dejarle mostrar lo que ha prometido, dejar de atacarle y no sacrificarle antes de tiempo. Es absurdo pensar que en diez meses existan obras, como han sugerido en redes. Y menos, en un cuatrienio desastroso, donde los alcaldes del país gobernarán con las cuentas semivacías. Es decir, no esperen mucho. Ni siquiera de Luis Enrique Dussán. O, ¿es que ha mostrado bastante antes de un año de mandato?

Gorky- seamos sensatos- no gusta por el estilo, su forma, algunas veces su improvisación, pero deberíamos darle un compás de tiempo y permitirle que gestione y muestre. Y al menos, en un año o dos, pasémosle una cuenta de cobro sensata y ajustada a la realidad. O, ¿qué mostró Cielo González, Pedro Suárez, Rodrigo Lara, y Héctor Aníbal en un año?, ¿Olvidamos que organizaron la casa y planearon la ciudad? A mí Gorky me da igual, pero seamos justos y midámoslo con la misma vara que a los anteriores.

Acepto que le fastidien por sus escándalos jurídicos, los serios problemas de seguridad de Neiva (debe responder como la Policía), sus presuntos excesos que examina con lupa la Justicia, pero reprochar que Las Ceibas, o Empresas Públicas intervenga La Toma, le dé un colorido- entre gustos no hay disgustos-, y la convierta en un escenario visible de la capital, me parece mezquino. A mí- por ejemplo- me encantaron los colores bajo el puente de La 16. ¡Qué figuras! Quien los pinte, merece mi respeto y seguramente el de muchos más.

El embellecimiento hubiera sido polémico si se hubiera destinado recursos económicos en plena pandemia, pero la gerente Gloria Vanegas, respondió que no hay contrato alguno en 2020 que se haya firmado para dicha transformación o embellecimiento. Es decir, no veo el rollo.

Ah, y de paso, también le increpé sobre su posible aspiración a la Alcaldía de Neiva y lo descartó de tajo. Y le creo. Sería descabellado pensar que Vanegas sea alcaldesa. Ella – me cuentan quienes le conocen muy bien- busca otros horizontes más en Bogotá, de donde nunca, seguramente hubiera querido partir porque siempre se le vio muy bien laboralmente.

Y, en realidad, si escarbamos posibles candidatos a la Alcaldía en el equipo de Gorky, veo con más ganas a Faiver Hoyos, José Eustacio Rivera (no la alcanzará la votación a la Cámara), Deiby Martínez (no sé si esté inhabilitado), y hasta el cuestionado Wilker Bautista. Al menos, son políticos. A Gloria Vanegas, no le veo electorado. Ni siquiera ganas.

 

Nota uno: Pueden revivir las sanciones contra la exgobernadora Cielo González Villa, pero digamos la verdad: las 3 sanciones en su contra fueron de 6, 3 y 2 meses de suspensión en el cargo. Y para los que olvidan contar han pasado: 3 años de gobierno de Carlos Mauricio Iriarte, 4 de Carlos Julio González y 1 de Luis Enrique Dussán. Es decir, 8 años. Están más que cumplidas.