La Nación
“El aguacate es una oportunidad para el futuro” 1 24 abril, 2024
ECONOMÍA

“El aguacate es una oportunidad para el futuro”

 

Solo después de tres años de haber sido sembrado, el aguacate hass da su primer fruto, la espera para algunos campesinos es eterna, pero para mujeres huilenses como Dahianna Hoyos, esta es una oportunidad de negocio. Las campesinas también tienen su mirada fija en lograr exportaciones a nuevos mercados.

 

huila@lanacion.com.co

El clima de San Agustín, ubicado a más de 1.700 metros sobre el nivel del mar, es altamente propicio para el cultivo y producción del aguacate hass, y las mujeres agustinenses le están apostando a ello.

De la tierra ancestral e hija de campesinos, Dahianna Hoyos se ha caracterizado por su férreo arraigo al campo y ahora al proceso de labranza del también llamado ‘oro verde’ de Colombia, que en Huila alcanza las 1.800 hectáreas, según datos de la Secretaría de Agricultura.

Dahianna es una joven de 22 años que cuando terminó su bachillerato quiso dedicarse al arte culinario en Pitalito, pero una vez su proceso de educación se vio condicionado a viajar a grandes ciudades decidió abandonar el proyecto. “La ciudad no me gusta, no me gusta estar lejos de mis padres, y en el campo me siento muy bien”, dijo.

En el 2015, cuando se graduó de bachillerato, el cultivo de aguacate de su padre cumplía año y medio, y como en general le llama la atención todo lo relacionado con el campo, optó por apostarle a este alimento en especial.

“A mí me gusta todo lo que tiene que ver con el campo, flora, fauna, los cultivos, pero el aguacate es ahora la prioridad en San Agustín, aparte del café y caña de azúcar”.

Antes de terminar el colegio ya estaba familiarizada, y nunca antes había experimentado todo el proceso tanto como hace algunos meses en su finca en la vereda La Esperanza, a 40 minutos del casco urbano de San Agustín. La joven resumió en grandes rasgos la dedicación, paciencia y tiempo que implica este sector, y lo que sintió cuando comenzó a coordinar sola toda la  recolección de los frutos, viendo más de cerca la abundancia de emociones que habrá cuando estén exportando en grandes cantidades.

“El saber que uno está pendiente primero de una flor, luego de un granito, posteriormente del bombóm, luego uno cosecharlo con todos los cuidados de que la plaga no lo maltrate, años después que el que va a recolectar el fruto no lo pique, y tras todo eso, pasarlo por un proceso en la maquila para en seguida ser empacado y finalmente exportado a otros países para que otras personas lo disfruten, así como uno, es algo muy lindo y motivante”.

De acuerdo con la joven, desde que se elige la pepita de aguacate para siembra, cuya raíz debe ser recta y fina para garantizar un buen árbol, los cuidados no cesan. “Una pepita con raíz curva se descarta porque ya se sabe que el árbol no va a producir o en un tiempo corto se dañará, secará”.

De esto depende el tiempo y dinero de los campesinos, y para lograr buenas frutas, las abejas polinizadoras son las grandes aliadas de los aguacateros. La flor que luego se transforma en fruto, toma un proceso de dos meses, y posteriormente el cuidado se centra sobre este, que además es altamente codiciado por la plaga.

Fue gracias a Asopasac, una asociación de aguacateros guía en el proceso, que como ella otras mujeres también quisieron hacerse cargo de  la administración de las fincas. “A mí me gusta mucho la cocina, y el saber que otros conocerán el sabor tan exquisito del aguacate”, anotó.

El cultivo ahora tiene más de siete años y está en uno de sus mejores momentos de producción.  Son 230 árboles los que están en cosecha actualmente.

Dedicación y paciencia

De acuerdo con Dahianna, son muy pocas las mujeres que se dedican a esta actividad. Y en los hombres, las plagas y tiempo que suponen la cosecha también desaniman. “El aguacate no es como el café que carga cada dos o tres meses, es cierta cantidad y listo.  El aguacate es de tiempo, de saberlo cosechar, administrar, de ver oportunidades a futuro, no en el presente”.

Agregó que muchas personas en Huila no han cambiado ese pensamiento. “Quieren que los cultivos le produzcan ya y ver de una vez el dinero, pero con muchas mujeres hemos hablado de que el aguacate es algo  a futuro. Si las mujeres nos lo proponemos, lo logramos, esa es la verdad”.

Asopasac también ha sido de gran ayuda para encontrar compradores  a nivel internacional, con miras a la exportación. Ha brindado capacitación en cómo debe surtirse este trámite y las condiciones. Globalg también visitó los predios y los labriegos están a la espera de la certificación.

“A algunas mujeres casi no les gusta el campo, están más porque les toca no porque haya una pasión; si yo hubiera querido irme para la ciudad lo habría hecho, pero no, porque a mí sí me gusta”.

“El aguacate es una oportunidad para el futuro” 7 24 abril, 2024
Dahianna Hoyos, joven aguacatera del sur del Huila.

 

En auge

Los cultivos de aguacate en Huila se caracterizan por ser jóvenes. Informó la Secretaría de Agricultura que un 60% está en promedio de apenas uno o dos años; otro 20% en tres años y el restante en edades de producción plena, como el de Dahianna Hoyos.

Los campesinos en promedio destinan dos hectáreas para este alimento, pero al menos el 70% solo alcanza una hectárea. Huila alcanza las 4.000 toneladas año y alrededor de 800 familias viven de este sector.

Pese al panorama, Huila está entre las 10 regiones con mayor número de hectáreas sembradas y desarrollo. “Estamos en la tarea de acatar las regulaciones establecidas para estar a tono con las exigencias, que cada campesino sepa qué debe hacer frente al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) con el trámite del registro del predio exportador. Es importante precisar que de las 1.800 hectáreas que tiene el Huila, solo 400 están en proceso de producción, así que estamos a tiempo de iniciar con los trámites”, dijo Carlos Felipe Sierra Esteban, secretario de la cadena frutícola de la Gobernación.

Recientemente se llevó a cabo un encuentro de aguacateros en el sur del Huila y fue este precisamente uno de los temas abordados, en total participaron ocho empresas exportadoras que están interesadas en comprar. El departamento le está apostando a la consolidación de una organización de productores y así tener un interlocutor válido y de referencia, a la hora de tomar decisiones y trazar planes.

Panorama nacional

De acuerdo con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), el país tiene cerca  de 25.000 hectáreas cultivadas con aguacate hass.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en 2020 se exportaron 67.071 toneladas y US$125,9 millones, lo que representó un incremento de 50% y 41% respecto a 2019 (44.570 toneladas y US$89 millones. Exportaciones aguacate hass 2019) a los diferentes destinos.

Además, esta vareidad logró la admisibilidad en los últimos años a países como China y Japón, mercados de alta demanda del fruto y que se unen a otros 32 destinos, entre los que se encuentran Países Bajos, España, Reino Unido, Estados Unidos y Francia, los cuales completan el top cinco de los territorios a los que más se exporta.

Y el mes pasado se logró la apertura del mercado de Corea del Sur. Para el Ministerio de Agricultura, este es un socio estratégico en Asia, y aunque está abastecido principalmente por México, Estados Unidos y Perú, el aguacate hass colombiano cuenta con ventajas competitivas que permitirá una inserción mayor a este mercado, pues Colombia es el único país productor de esta variedad que se encuentra ubicado en el trópico, lo cual le otorga unas ventajas agroecológicas fundamentales para garantizar la producción sostenible de fruta durante todo el año.