Fransisco Argüello
Se escandalizan con la condena de 13 años a Armando Ariza, pero no con las denuncias en su contra que terminaron desplomando su poder y arrinconándolo hasta convertirlo en ‘presa’ de la justicia.
Aunque tiene derecho a la defensa, y a apelar el fallo de la Juez Primera Penal del Circuito ante el Tribunal Superior de Neiva, deciden en su contra porque recobró, es decir, cobró desde Comfamiliar, la empresa que direccionó durante más de veinte años, varias veces medicamentos por 4.797 millones de pesos entre 2009 y 2014. Varios de los usuarios- además- no existieron.
A la propia Secretaría de Salud del Huila- que no está dentro de las más ricas del país – le cobró varias veces por medicinas que, según la Justicia, ya había entregado, un hecho vergonzoso, lamentable y condenable desde todo punto de vista. La suma: 996 millones, según LA NACIÓN.
Ariza- no lo duden- no la pasará del todo mal si el Tribunal lo manda a la cárcel. En el Inpec del Huila, algo harán para que se acomode y no se convierta en un recluso igual. Y aunque amigos en común me piden que no sea cruel contra él, es lo mínimo al repasar los hechos. Pasará los primeros días en Neiva, aunque le sugerirán que es mejor pagar su condena en Bogotá- como lo hizo la primera vez-, mientras insisten en otros recursos judiciales. En la capital, pasará de agache en una cárcel, donde permanecerá encerrado, pero al aire libre, con buena comida y visitas permanentes.
Pero Ariza no purgará los 13 años de condena. Alegarán enfermedades, dirán que tiene más de 60 años y que no es un peligro para la sociedad (es la verdad). Que merece la casa por cárcel.
Pero no está claro, al menos por ahora, si él terminará tras las rejas. Su defensa espera la segunda instancia del Tribunal, y allí examinarán el grado de sus ‘pecados’: tendrán en cuenta que ya no está en Comfamiliar, no interfiere en la investigación y jamás se ha fugado. Al contrario, ha comparecido cada vez que lo llama la Justicia. Además, si paga parte de la sanción, le mirarán con otros ojos y seguramente no terminará en una cárcel si no en su casa, eso sí, encerrado.
El problema es que Ariza tiene cola. Detrás suyo cursan varios procesos penales en su contra que, si no los capotea bien, terminarán por darle la última estocada. Al fin y al cabo, detrás de un golpe, vienen los otros. Ya es ‘presa’ frágil.
Nota uno: Yo de los concejales de Neiva estaría feliz si me exaltara la prensa o la opinión pública. No las páginas que paga el propio Concejo para hablar de sus ‘divinidades’. Les falta asesores porque muestran a cada uno como si Neiva los desconociera.