La Nación
COLUMNISTAS

“A esta altura del partido”

El filósofo del fútbol Jorge Valdano ratifica la importancia de este deporte, como vivencia que puede aplicarse en cualquier actividad de la vida. En su libro “Los once poderes del líder” presenta las virtudes que debe reunir un líder: debe ser creíble, porque todo comienza con la ética (moral); tener pasión, porque en ella está implícito el amor a la tarea; ser curioso, porque es vital renovar el conocimiento; ser simple, humilde, disponer de talento, trabajar en equipo, mantener un estilo, manejar la palabra, la comunicación y ante todo aprender a manejar el éxito. Todas esas condiciones debe reunir un líder y un entrenador de fútbol. A veces no hace falta un discurso para convertirse en líder, basta un gran ejemplo. El que es un gran jugador también es un gran líder; porque cuando está en el campo de juego llena de confianza a sus compañeros e intimida a sus adversarios. Hay personalidades egocéntricas que tienen la pretensión de que  el mundo se adapte a sus caprichos y necesidades. Ese jefe que da órdenes desde arriba para que un rebaño las cumpla, está mandado a recoger. Ahora hay un liderazgo más abierto, y eso le deja pocas opciones a la gente ambiciosa con  un ego demasiado desarrollado (dictador). El peor error que puede cometer un líder, es pensar que tiene todas las respuestas. Hay líderes que están convencidos de que lo saben todo: “si yo no arreglo esto, no lo arregla nadie”. Cualquier coincidencia con la actualidad del Atlético Huila,  es casualidad.
Estamos preocupados por la discreta participación del Atlético Huila, en la Liga Águila 2016-1; pero más allá de los resultados, lo más preocupante fue que se perdió la identidad futbolística. No se genera fútbol, la defensa está indefensa, en el medio campo no se recupera ni se entrega bien la pelota, los delanteros no tienen sorpresa ni contundencia. Para completar el profesor Santa no ha podido conformar una línea titular, no tiene manejo de grupo y hay jugadores que no le quieren caminar. Este Atlético Huila hay que reconstruirlo desde la idea futbolística y también desde los hombres, comenzando por Santa. El fútbol no es solo entrenar, juntarse en el vestuario y salir al campo de juego. Para que se dé un gran equipo tiene que existir amistad, empatía y solidaridad, entre directivos, cuerpo técnico y jugadores. Porque el fútbol se disfruta, no se sufre. Desafortunadamente toca seguir con el profesor Santa hasta junio de 2017, porque rescindir su contrato le costaría al club opita 800 millones de pesos. Santa no tiene ofertas y el Atlético Huila es un buen escampadero.