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A paso lento planta para tratar aguas negras 2 20 abril, 2024
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A paso lento planta para tratar aguas negras

A paso lento planta para tratar aguas negras 8 20 abril, 2024Durante más de 400 años después de su fundación, de Neiva se ha debatido entre la desidia de los gobiernos de turno y la falta de consideración con el río Magdalena al que van a dar las aguas servidas de la ciudad, sin ningún remordimiento.

A lo largo de todo este tiempo, la idea de construir una planta de tratamiento de aguas residuales con el fin de mitigar la contaminación del principal afluente se ha ido en proyectos y estudios que se han llevado cientos de millones de pesos que al final no terminaron en nada.

El actual alcalde Rodrigo Lara Sánchez, por su lado, ha expresado intención de llevar a feliz término la iniciativa de construir la planta de tratamiento de aguas residuales en Neiva, Ptar, que permita que las aguas servidas que sus habitantes arrojan al Magdalena, sean tratadas de manera tal que por lo menos no contaminen tanto.

Al menos en el plan de desarrollo de la ciudad fue incluido aunque con mínimo presupuesto de $1.500 millones y el compromiso de gestionar recursos para su construcción que según expertos, costaría entre 140.000 y 150.000 millones de pesos.

Entre tanto, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, Cam, ha expresado su preocupación sobre el particular, principalmente por el alto costo del proyecto, lo que podría poner en peligro su construcción.

No obstante, Cielo Ortiz, gerenta de las Ceibas Empresas Públicas de Neiva, sostiene que el proyecto va, y el objetivo es que sea entregado por esta administración. Las obras podrían arrancar en el momento en que la entidad pueda tener en sus manos la evaluación, y podría ser en   los próximos meses.

Cómo va

Para el Carlos Alberto Cuéllar, director de la Cam, el  tema de la planta de tratamiento de aguas residuales, Ptar, es un problema histórico que lleva vivo el mismo número de años de fundación de  la ciudad.

“En estos momentos hay unas acciones puntuales adelantadas, se requiere de un procedimiento previo a la construcción de la planta como verificar las redes, plan maestro, reducción de puntos de vertimiento sobre el afluente para llevarlo a un solo punto. Tenemos certeza de que hay un 95 por ciento de las aguas servidas concentradas en un solo punto, en el sector del puente Santander que es donde se genera la descarga de buena parte de las alcantarillas de la ciudad. Allí se ha venido adelantando desde años anteriores, procesos de adquisición de áreas para la posible construcción del sistema de tratamiento”, señala el director de la autoridad ambiental.

Y no le falta razón si se tiene en cuenta que casi que cada gobierno municipal ha mandado a hacer su propio estudio y diseños. El más reciente fue hecho durante la administración del entonces alcalde Héctor Aníbal Ramírez.

El gerente de las Empresas Públicas de esa época, Juan Carlos Herrera firmó un contrato de consultoría del cual se derivó un otrosí, por valor de 10.402 millones de pesos que en su tercera fase contemplaba la elaboración de los diseños y los documentos de contratación del sistema óptimo seleccionado para la Ptar.

Cielo Ortiz, actual gerenta de la empresa, asegura que en efecto, recibió unos estudios realizados pero dado que allí no son conocedores o especialistas en el tema de la Ptar o planta de tramiento de aguas residuales, pues hubo que contratar a una empresa con toda la experiencia que será la encargada  de ayudar a realizar todo un proceso que permita la reactivación del contrato.

“La obra debe hacerse porque es una responsabilidad social y ambiental que tenemos. El sitio para construir la planta ya está pero lo que pretendemos con el alcalde Rodrigo Lara Sánchez es buscar la manera de conseguir los recursos para poder construirla, de lo contrario, lo que vale nos tocaría llevarlo a la factura. Tenemos $35.000 millones pero nos falta más”, explica Ortiz.

Al contrario a lo se ha asegurado en distintos sectores, en el sentido que la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales cuesta entre 140.000 y 150.000 millones de pesos,  la funcionaria sostiene que realmente valdría 100.000 millones.

El debate

Pero para Cuéllar, parte del debate también ha girado en torno a  la localización exacta del tipo de sistema de tratamiento.

“Se han planteado alternativas, lo que dicen algunos expertos es que este tipo de sistemas requeriría una gran cantidad de áreas y eventualmente sería más delicado el sistema de la operación de esas grandes áreas. Y finalmente se tuvo ya desde las administraciones anteriores en lo que tiene que ver con la construcción de la planta. Los estudios y diseños cuentan con alguna evaluación de alternativa, tal  y como lo dice la norma  la seleccionada definió una construcción en el sitio del puente Santander”, resalta el director de la Cam.

Lo malo es que allí se encontró un nuevo obstáculo y tiene que ver con una gran cantidad de propietarios ubicados en esa área. Cuéllar agrega que al parecer las administraciones departamental y municipal hicieron esfuerzos y se logró la adquisición del predio el año anterior.

Eso permite que ya se tenga el predio y los diseños que están están en proceso de reevaluación por parte de las Ceibas Empresas Públicas de Neiva.

¿Y la plata?

La Corporación ha expresado su total interés, tanto la gerencia en cabeza de Cuéllar, como la junta directiva, sobre la posibilidad de que la Cam acceda a un crédito para aportar hasta $10.000 millones para la construcción de la planta.

“Esa disponibilidad existe y se la manifestamos por escrito a la administración municipal. En este momento lo que tenemos de relativo inconveniente es el cierre financiero de la planta porque ha dado en todo este periodo de 400 años en los cuales no se ha hecho ningún tipo de tratamiento, asume la ciudad un costo evitado y eso hace que la inversión hoy se prevea entre $140.000 y $150.000 millones porque aún  no se han actualizado los costos a pesos de hoy”, explica Cuéllar.

Y si bien la gerenta de Las Ceibas Empresas Públicas ha dicho que realmente el costo de la obra es de 100.000 millones de pesos, el director de la Cam señala que al menos el que se ha mostrado anteriormente de entre  140.000 y 150.000 millones, es por supuesto un presupuesto que desborda la capacidad financiera no solo de la Cam, sino de la misma entidad municipal.

Es por eso que en ese sentido, Cuéllar afirma que lo que se requiere es de un cierre respecto a la posibilidad de hacer una inversión que se ha solicitado a través del alcalde y el gobernador al Viceministerio de Agua Potable y Saneamiento que se priorice esta inversión que es de interés nacional.

Lo que ocurre es que Neiva es la única ciudad capital que todavía vierte sus aguas residuales sin tratar, al río   Magdalena. Partiendo de esa base, Cuéllar sostiene que eso hace que deba ser prioritario para el gobierno nacional para acceder a recursos de cooperación.

“Nuestra voluntad es que se construya la planta de manera integral, no por etapas para poder tener un solo producto. Porque a medida de que pasan gobiernos se cambian las políticas y visiones de desarrollo. No han sido pocos los proyectos que se inician en un gobierno y al terminar éste resultan desfinanciados y no concluidos”, advierte Cuéllar.

Adicionalmente, el funcionario advierte que el proyecto requiere de una fase ambiental, y debe tener una aprobación en la ventanilla única del Viceministerio de Agua Potable y Saneamiento.

Además, debe ser sometido a licenciamiento ambiental con todo el rigor de ese procedimiento ante la Anla.

Con este panorama de fondo, para el director de la Cam, Carlos Alberto Cuéllar, es claro que estos sistemas de tratamiento significan unos costos de tratamiento y siempre será más económico desde el punto de vista financiero, arrojar los residuos sin tratarlos, a hacer algún tipo de tratamiento.

Y tal vez una de las razones por las que este proyecto ha sido visto con despreocupación por parte de los gobiernos locales es porque es impopular, porque al final los usuarios deberán pagar.

“Toda medida que tenga que ver con manejo ambiental, en un país que se acostumbró a no incorporar  los costos ambientales dentro de los financieros de cualquier proyecto, se vuelven un problema. Por ejemplo, en la tarifa de aseo, hoy la el gran problema de residuos sólidos es producto de la inadecuada tarifa. La mayoría de municipios subsidian a los usuarios por el manejo de las basuras, igual ocurre en el tema de los vertimientos. Eso hace que un departamento como el nuestro arroje más residuos de los que debiera porque no nos cuesta”, concluye.