La Nación
Achiras, una tradición que perdura 1 25 abril, 2024
HUILA

Achiras, una tradición que perdura

En fortalecillas, a pocos minutos de la ciudad se preparan los mejores bizcochos de achira de Neiva. En fortalecillas, a pocos minutos de la ciudad se preparan los mejores bizcochos de achira de Neiva. LA NACIÓN, NEIVA Luis Carlos Mosquera aún recuerda cuando era un niño y su abuelo Salomón lo levantaba todos los días a las cuatro de la mañana a exprimir la cuajada para hacer los bizcochos. Luego de tres décadas el hombre sigue amasando, no una fortuna, sino el legado familiar que le fue transmitido. Salomón Mosquera fue uno de los primeros productores de bizcochos en Fortalecillas. Carlos, su nieto, heredó el arte que luego de todo un proceso, permite que miles de neivanos, colombianos y hasta extranjeros, puedan degustar de este manjar en su desayuno. “He vivido toda la vida en Fortalecillas; mi abuelo me enseñó a trabajar en esto de la bizcochería. Yo empecé desde muy niño, y esto es lo que más le agradezco a mi abuelo Salomón, porque hoy en día no sólo mantengo la tradición, gracias a él yo vivo de este oficio”, comentó Luis Carlos. El abuelo Salomón falleció cuando Luis Carlos era muy joven, pero al partir sólo dejó su cuerpo, porque en su nieto aún viven los recuerdos y las fórmulas ancestrales para la preparación de los bizcochos de manteca, maíz o achira. “Él era el que mojaba los bizcochos, hacíamos de todo tipo y luego salíamos a venderlos en la Galería Central de Neiva; él me enseñó a ser trabajador, como en su momento a él lo encarrilaron por este oficio de la bizcochería, es un oficio que viene de generación en generación”, expuso Mosquera. Proceso Antes de ir a cualquier mesa, los bizcochos en cualquier variedad pasan por todo un proceso que va desde la molida del maíz hasta el horneado. “Lo primero es poner el maíz en remojo, luego se muele, y esa masa se revuelve con cuajada, huevo, color, harina, y se deja a punto. Después ya empiezan a armarse los bizcochos, y luego se mandan al horno. “Todo el proceso es dispendioso, pero sabe una cosa, este trabajo toca hacerlo con amor, no se hace a las patadas, esto se trabaja con entrega. Es una tradición de familia, y a mí me enseñaron a hacerla como es”, indicó Luis Carlos. Horno Como toda buena tradición, esta de elaborar bizcochos también cuenta con elementos particulares que le dan mejor sabor al producto final. Luis Carlos realiza el proceso de asado y tostado en hornos de leña, señalando que en eso consiste la verdadera esencia del manjar. “A muchos no les gustan estos hornos, dicen que tienen bacterias, pero ¿Usted cree que a las temperaturas tan altas que alcanzan estos hornos queda bacteria viva? Además la tradición del buen bizcocho, dice que hay que hacerlo en horno de leña. Hoy existen hornos giratorios, a gas, a electricidad, pero mire, nosotros siempre lo hemos hecho así, y viera lo sabroso de estos bizcochos. Compare haber si le saben igual hechos en un horno de los otros”, señaló. Aromas Este hombre se levanta todas las mañanas y existe un olor que se hace inevitable, y es el del queso fresco. Es ineludible, no solo porque el olor sea natural en la fabrica de bizcochos que Luis maneja, lo es porque es el aroma que más le gusta y el cual para él, es indicador de que el bizcocho es de buena calidad. “Mire hombre, el bizcocho bueno es el que sabe a puro queso, mi abuelo me enseñó así, y no falla cuando se come; el aroma de queso fresco es de lo más delicioso que existe, además debe ser un bizcocho crocante, reciente. El bizcocho que más prefiere la gente es el de achira, aunque el de maíz es muy pedido. A mí me gusta el bizcocho de achira, pero sobretodo el que más me gusta, es el que yo hago”, comentó. Legado Aunque ninguno de los hijos de Luis Carlos se ha dedicado al oficio de la bizcochería, él no descarta que alguien en las generaciones venideras se incline por esta tradición, aunque reconoce que es una labor exhaustiva. “Me gustaría que a uno de mis nietos le llamara la atención realizar este oficio que es muy pesado, y muchas veces no se ve tan bien recompensado, pero que uno se siente bien y puede trabajar, además es una tradición de la ciudad, de la cultura opita”, finalizó. Fotos Mario Portillo Los bizcochos de maíz listos para ser llevados al horno. Los bizcochos de maíz listos para ser llevados al horno. fEn los tradicionales hornos de leña, los bizcochos adquieren un mejor sabor. En los tradicionales hornos de leña, los bizcochos adquieren un mejor sabor. Al interior del horno, las latas con cientos de bizcochos asados y tostados. Al interior del horno, las latas con cientos de bizcochos asados y tostados.