La Nación
EDITORIAL

Acto de contrición

 

Nada más impactante, contundente y clara resultó ser la intervención que dio esta semana el cardenal de Colombia y arzobispo de Bogotá, monseñor Rubén Salazar, en el encuentro sobre “La protección de los menores en la Iglesia” en el Vaticano, una cumbre de alto nivel convocada por el Papa Francisco para abordar el impacto de los abusos sexuales protagonizados por los sacerdotes a nivel mundial.

Entre otras reflexiones, monseñor Salazar dijo: “tenemos que reconocer la crisis a profundidad, reconocer que el daño no lo hacen los de afuera, sino que los primeros enemigos están dentro de nosotros, entre los obispos y los sacerdotes y los consagrados, que no hemos estado a la altura de nuestra vocación. Tenemos que reconocer que el enemigo está dentro”. También advirtió que “tenemos que admitir que muchas veces la Iglesia -en las personas de sus obispos- no supo y todavía, en ocasiones, no sabe comportarse como debe para afrontar con rapidez y decisión la crisis provocada por los abusos. Muchas veces se procede como los asalariados que al ver venir el lobo huyen dejando desprotegido el rebaño. Y se huye de muchas maneras: tratando de negar la dimensión de las denuncias presentadas, no escuchando a las víctimas, ignorando el daño causado en los que sufren los abusos, trasladando a los acusados a otros sitios donde estos siguen abusando o tratando de llegar a compromisos monetarios para comprar el silencio”. “Actuando de esa manera, manifestamos claramente una mentalidad clerical que nos lleva a poner el mal entendido bien de la institución eclesial sobre el dolor de las víctimas y las exigencias de justicia”, sostuvo el cardenal.

Las reflexiones del cardenal de Colombia son un oasis en medio de esta crisis vergonzosa que enfrenta la iglesia católica. Claramente, los obispos deben trabajar para que nunca más se cometan estos abusos y que los que se presenten reciban el castigo y la reparación que exigen. Y que algo quede claro, como lo dijo el cardenal Salazar: “Los derechos de los victimarios nunca deben primar sobre los de las víctimas”.

 

“Claramente, los obispos deben trabajar para que nunca más se cometan estos abusos y que los que se presenten reciban el castigo y la reparación que exigen”

 

EDITORIALITO:

Fueron cuatro los premios de periodismo “Reynaldo Matiz Trujillo” que acaba de conquistar LA NACIÓN. Estos reconocimientos nos motivan a trabajar más para mantener bien informados a los neivanos y los huilenses.