El ministro Sergio Díaz-Granados inició en Tokio la negociación del Acuerdo de Asociación Económica entre Colombia y la nación nipona. Sí bien es cierto que las relaciones comerciales entre los dos países se han incrementado de manera sostenible, en particular en la última década cuando las exportaciones de Colombia hacia Japón se triplicaron, también es importante resaltar que de enero a octubre de este año, estas mismas exportaciones disminuyeron en un 33% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Los principales productos que Colombia exportó a Japón en 2011 fueron, en orden de importancia: el café (teniendo éste una participación del 62% en el total), combustibles, plantas y productos de la floricultura, y de fundición de hierro y acero. De estos cuatro sectores mencionados, en lo corrido de 2012 tres de ellos han disminuido su nivel de exportaciones, siendo el sector de fundición de hierro y acero el más afectado, dado que para el período de enero a octubre en 2012, sus ventas a Japón se contrajeron en un 71,2% con respecto al mismo período en 2011. También disminuyeron sus ventas, aunque en menor medida, los combustibles con una pérdida del 63% y el café con una del 38,2%, además de otros sectores. Sin duda Japón, el país con la tercera economía más grande del mundo, es un socio comercial que cualquier economía debe procurar tener, dado su amplio mercado, el poder adquisitivo de sus habitantes, los avances tecnológicos que ha desarrollado, el nivel de inversión extranjera que hace en los demás países, entre otras importantes cualidades económicas y comerciales. Sin embargo, es de suma importancia que los técnicos de Mincomercio sean exhaustivos a la hora de definir sí realmente es conveniente para la economía de nuestro país la firma de este acuerdo. Son bien conocidos los beneficios del comercio internacional, pero en el caso de los TLC con Corea del Sur y Turquía que se encuentran en negociación por parte del Gobierno Nacional, la inconveniencia de estos acuerdos para la economía colombiana es innegable, y a pesar de los esfuerzos que muchos hemos hecho para que dichas negociaciones se congelen, aún siguen en trámite. Esperamos que éste no sea el caso del Acuerdo de Asociación Económica con Japón y que en el escenario de que éste no sea conveniente para la economía nacional, no se suscriba.