Por mucho que la tormenta judicial amenace, que la condena social arrecie, el alcalde de Neiva Gorky Muñoz, permanece impávido sabiendo que la justicia no opera, que los escándalos mediáticos le resbalan y que el desprecio social no le importa pues nunca ha sido su escenario y seguramente para él los ejemplos a seguir son los políticos corruptos que han construido su bienestar personal a costa de erario y las ilusiones frustradas de sus electores.
Pero que ahora pose de bufón tratando de engañar toda la ciudad con la ejecución de una obra que ha sido el anhelo frustrado desde hace muchos años, no tiene precio.
Recordemos que una alternativa a la movilidad del oriente de la ciudad, estuvo garantizada en la pasada administración con el proyecto radicado en el Ministerio del Transporte para la ampliación de la calle 6 en doble calzada, que en su primera fase llegaba hasta la carrera 52 con una reserva presupuestal de 40 mil millones de regalías, en una unión de esfuerzos de la alcaldía de Rodrigo Lara y la Gobernación de Carlos Julio González. Todo quedó listo, pero sin ninguna razón conocida la administración de Gorky Muñoz la frustró, condenando a todo ese sector al agravamiento de sus problemas.
Por eso puedo asegurar que a todos nos sorprendió la noticia del alcalde cuando afirmó que “Fruto del incansable trabajo que hemos venido haciendo, con la presentación de proyectos y la gestión ante el Gobierno Nacional, hoy podemos contarles que están asegurados los recursos ($602.393.316.110) para la financiación de tres etapas de la circunvalar de oriente, la obra de infraestructura vial que va a transformar totalmente la movilidad en Neiva.”
Eso dijo el mandatario de los neivanos, luego de recibir el certificado de manos de su secretario de Infraestructura, el oscuro ex contralor departamental Amaury Flórez.
Que bien exclamamos muchos. Después de tantas promesas incumplidas como la terminación del estadio de fútbol, la universidad popular, las 3.000 viviendas, la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales, el Caimi, el mantenimiento de la malla vial, creíamos que por fin tendríamos la garantía de ejecución de una obra de impacto para la ciudad, de tal forma que habría que reconocer que la administración no se destaca solamente por la corrupción y la ineficiencia y que el autoproclamado “incansable trabajo … en la presentación de proyectos y la gestión ante el gobierno nacional” daba un fruto.
Pues más demoró la corte de aduladores en hacer fiesta con la noticia que salir el Ministerio de Hacienda a desmentirla, anunciando que estudia interponer una denuncia de carácter penal por el presunto delito de falsedad en documento público.
Lo sucedido exige responsabilidades no solamente penales para el secretario responsable, sino también administrativas con su destitución, pues además de haber demostrado su ineptitud con el mantenimiento de la malla vial, ahora resulta ser el artífice de semejante ridículo nacional.
¡Neiva ya no aguanta más!