Rodeado de la dirigencia y los cafeteros de base fue sepultado ayer en Bruselas el líder Ricaurte Hernández, primer campeón de la Taza de la Excelencia, quien fue asesinado en su finca por una banda de ladrones. Rodeado de la dirigencia y los cafeteros de base fue sepultado ayer en Bruselas el líder Ricaurte Hernández, primer campeón de la Taza de la Excelencia, quien fue asesinado en su finca por una banda de ladrones. GERARDO VALENCIA GUTIÉRREZ LA NACIÓN, PITALITO El templo parroquial del corregimiento de Bruselas fue insuficiente para recibir a los cafeteros de Pitalito y de otros municipios del sur del Huila, que llegaron a dar su último adiós al dirigente inmolado, durante las honras fúnebres cumplidas la tarde anterior. El féretro adornado con su sombrero y su poncho, estaba rodeado por su esposa Suldery Arango, sus ocho hijos, sus 13 nietos, sus amigos cafeteros de todo el corregimiento y las autoridades locales, representadas en el acalde Pedro Martín Silva y varios miembros de su gabinete. La emotiva despedida estuvo a cargo de los dirigentes que durante los últimos años trabajaron al lado de don Ricaurte, tratando de emular su compromiso comunitario, su dedicación al cultivo del café y la forma de producirlo para obtener un fruto de calidad mundial. Semblanza Don Ricaurte Hernández Castillo nació el 9 de junio de 1952 en la vereda El Diamante, de la entonces Inspección Departamental de Policía de Bruselas, siendo el menor de ocho hermanos. Desde muy joven se dedicó a lo que su padre, don Ricardo Hernández y su madre Concepción Castillo, le enseñaron: amar y cultivar la tierra con respeto hacia la naturaleza. La mayor parte de su vida la pasó en ese lugar, salvo contadas interrupciones en que tuvo que salir hacia el Valle del Cauca, donde conoció a su esposa y con quien contrajo matrimonio el 8 de abril de 1974, y a Caquetá, donde vivió cerca de cinco años, para volver y radicarse definitivamente en su tierra natal. Fruto de su matrimonio nacieron Olga Lucía, Patricia, John Fredy, Liliana, Nancy, Óscar, Fernando, Yudy Paola, Angie Julieth y 13 nietos. Sus hijos crecieron en medio del café que se convirtió en la esperanza de un futuro mejor para su familia y su región. Su trabajo y dedicación poco a poco lo fueron convirtiendo en el líder de la vereda hasta llegar a ser el presidente de la Junta de Acción Comunal, cargo en el que se caracterizó por su afán de servicio a sus conciudadanos y por llevar soluciones afines a los problemas de su comunidad. Ese trabajo y amor por el café y su tierra fueron lo que permitieron que en el año 2005 don Ricaurte cambiara la historia de la caficultura de Pitalito y del Huila, al coronarse campeón del primer concurso Tasa de la Excelencia. Fue él quien sacó del anonimato a cientos de caficultores y plasmó en las primeras páginas de los diarios más importantes del mundo la calidad del café de esta región. Ayer, con el acompañamiento de sus seres más queridos, de sus amigos más leales y de quienes lo admiraron por su don de gente, hizo el último recorrido desde su finca Los Nogales hasta el centro poblado de Bruselas, para nuca más volver. “Es un trago amargo el que nos bebemos hoy”, dijo Javier San Juan, su compañero en el camino del café de alta calidad. Homenajes La Alcaldía de Pitalito le rindió homenaje póstumo e hizo entrega de un pergamino a su familia, donde lamenta el deceso del líder cafetero y destaca sus bondades para trabajar por la comunidad. Asimismo, el Concejo de Pitalito y el colegio José Eustasio Rivera se unieron a las manifestaciones de dolor de toda la región de Bruselas y le entregaron a su familia decretos de exaltación por las virtudes que mostró en vida don Ricaurte Hernández Castillo. Sus compañeros cafeteros del sur del Huila llegaron hasta la iglesia de Bruselas para darle el último adiós.