La Nación
Agentes encubiertos, la apuesta para desmantelar las bandas de microtráfico en Neiva 2 16 abril, 2024
INVESTIGACIÓN

Agentes encubiertos, la apuesta para desmantelar las bandas de microtráfico en Neiva

Agentes encubiertos, la apuesta para desmantelar las bandas de microtráfico en Neiva 8 16 abril, 2024¿Puede ser el engaño la mejor arma de la Policía para combatir el crimen, a las bandas de microtráfico de droga? La respuesta es sí. En los últimos años agentes de la Sijin de Neiva han infiltrado y ayudado a desmantelar varias organizaciones delictivas, que de otra manera hubiera resultado muy difícil.
 
Porque los agentes ‘disfrazados’ son indispensables para ingresar a los barrios, a las ollas, y llegar al escondite de la mercancía de los expendedores, debido a que la droga ya no la cargan ni la mueven en grandes cantidades para evitar ser identificados, capturados en fragancia y luego judicializados con suficientes pruebas materiales.
 
El más reciente caso en la capital del Huila es la Operación Gaitana I, que duró seis meses, significó un rudo golpe a una de las principales estructuras de microtraficantes en un sector popular, y permitió conocer y detener a los miembros, descubrir qué droga vendían, dónde la escondían y hasta identificar a los compradores.LA NACIÓN conoció los detalles y hoy cuenta la historia.
 
Operación Gaitana I
 
‘Los Falla’, como fue identificada por las autoridades por estar la banda ubicada en el asentamiento Falla Bernal, al norte de la ciudad, estaba conformada en la mayoría de miembros por mujeres, quienes controlaban el negocio.
 
A cualquier hora del día y la noche se traficada los estupefacientes, se atendía a los consumidores que llegaban desesperado en busca del vicio, que sabían, previamente, encontrarían.
 
Pero la astucia y la perseverancia de los investigadores, quienes lograron permear el lugar, tras meses de seguimientos a personas, información fotográfica y videos, logró establecer la estructura e identificar a los integrantes del grupo ilegal.
 
“Empezamos la investigación tras recibir varias denuncias de la comunidad de la acción delincuencial. Fuimos y verificamos que efectivamente había una banda de personas que utilizaba el sector Falla Bernal para comercializarla la droga”, contó a LA NACIÓN, Carlos*, agente encubierto
 
Señaló que con la Fiscalía Segunda Local de Alertas Tempranas se logró dar apertura a la investigación y así sumar los suficientes elementos probatorios que dieron testimonio de los ilícitos que cometían estas personas.
 
“Se utilizó la cámara de seguridad del Centro Automático de Despacho de la Policía Metropolitana, dónde se pudo constatar las actividades ilícitas”, contó.
 
La fachada era una tienda conocida en el sector como ‘Jean Pool’, que servía para almacenar los estupefacientes y albergaba a la líder de la organización criminal. Era un lugar estratégico, allí podían esconder con facilidad la droga. En la tienda guardaban y la propietaria se encargaba de distribuir a los demás ‘jíbaros’.
 
Alias ‘Labios’, el hijo de la cabecilla coordinaba las ventas, labor en la que utilizaba a menores de edad. Había campaneros (informantes) que alertaban la presencia de la Policía, según el informe policial leído en la audiencia de legalización de los 14 capturados. (ver recuadro)
 
“Para pasar desapercibidos, el grupo de expendedores instaló en el área una polisombra que en cierta forma impedía una visión clara por parte de las cámaras de seguridad”, continuó el investigador.
 
Negocio de familia
 
Las mujeres se aprovechaban de su condición para esconder la droga en sus partes íntimas, cuando notaban la presencia de la autoridad o suponían algún riesgo personal o para el negocio.
 
En la operación de la banda eran utilizados tres menores de edad: alias ‘Pirry’, de 15 años de edad, con un amplio prontuario por el delito de hurto; alias ‘Pipe’, de 16 años, expendía y era campanero; y  una tercera persona que ya cumplió la mayoría de edad y hoy está tras las rejas.
 
Carlos*, el detective, reveló que en la actividad había una fuerte presencia de menores de edad, “quienes observaban todo el proceso de comercialización en la mayoría de los casos desarrollada por padres o familiares. Se movían en ese ambiente y les parecía normal ayudar”.
 
La banda ‘Los Falla’ actuaba en turnos durante todo el día, en atención a la demanda de marihuana, basuco y otras drogas.
 
“Empezaba uno y tenía que esperar a que todos vendieran para volver a recibir el turno. Allí se encontraba marihuana común, hidropónica, perica y basuco. Hubo la necesidad de enviar personas a que compraran con el fin de establecer que sí se comercializaba, también se logró hacer grabaciones desde el mismo sitio”, relata.
 
Y es que una dosis  personal de bazuco se podía conseguir a un costo de dos mil pesos, la marihuana hidropónica a 5 mil pesos, la común a dos mil pesos y el perico por felpas se podían adquirir a 5 mil y 10 mil pesos.
 
Las mal llamadas ‘bombas’ eran paquetes de estupefacientes que exigían venderlas a un mayor precio. 
 
Consumidores de vicio

Desde indigentes, habitantes de calle, estudiantes, oficinistas, clientes en vehículos de alta gama, gente de todas las clases sociales, llegaban a la tienda en busca de la droga que se comercializaba a plena luz del día. “Ya conocían el lugar y sin más señales lograban darse a entender que era lo que necesitaban”.

La organización movía alrededor de 4 millones de pesos diarios, sin embargo, dentro de la investigación se evidenció que en varias ocasiones intercambiaban productos de la canasta familiar y ropa en buen estado por estupefacientes.

Las capturas se hicieron después de que la Alcaldía de Neiva anunciara tumbar viviendas del asentamiento luego de haber reubicado a varias familias: “La líder tenía casa en Bosques de San Luis, pero no se fue por seguir con el negocio. Otros salieron pero volvían al negocio a diario”.

En total fueron cuatro allanamientos, donde se encontraron estupefacientes y donde se logró hacer efectiva las 14 capturas de los integrantes de ‘Los Falla’.

Finalmente el Juez de Control de Garantías le dio medida de aseguramiento intramuros a ocho personas, tres domiciliarias y tres libertades condicionales por casos especiales.

Los integrantes

Se pudo establecer las identidades de Brayan Mateo Ramírez Gutiérrez, conocido con el alias de ‘Caballo’; Vileny Lucía Salcedo Gutiérrez, alias ‘Vileny o la Coneja’; Óscar Javier Penna Quisaboni, alias ‘Labios’; Yeimi Marcela Carvajal Olaya alias ‘Picachú’; Xiomara Briyith Carvajal Olaya alias ‘Xiomara’; Andrés Simón Cardozo alias ‘Chigüi’; Marlibe Oviedo Campos alias ‘Marlibe la Pilis’; Silvio Penna Calderón, alias ‘Masca o el Cucho’; Olider Loaiza Quintero, alias ‘Olider’; Shirley Alejandra Rubiano Carvajal, alias ‘La Leona’; Ligia Castañeda Sánchez alias ‘Irma o la Negra’ y Mercedes Quisaboni Murquina, alias ‘Mercedes’; esta última líder de la organización, con circular azul por parte de la Interpol.