El comentario de Elías Construir ignorancia resulta más fácil y productivo que crear conocimiento. La sociedad del conocimiento parece entelequia lingüística y política; lo verdaderamente pujante es la sociedad de la ignorancia. Normal si los poderes se alimentan del atraso mental. Y, a pesar de su súper-producción, nunca tocamos el confín de las tinieblas. Es la sensación después de leer trabajos del Dr. Roberto Proctor. Sus investigaciones desnudan el oscurantismo de las multinacionales tabacaleras de Norteamérica, las mentiras para usufructuar el negocio del cigarrillo. El académico tuvo que crear la ‘Agnotología’, ciencia para estudiar la fabricación de ignorancia. Nada nuevo para Colombia, aquí también conocemos ese flagelo, sólo que ahora tiene una ciencia. Urge una ‘Agnotología’ colombiana. Nuestra mentira, paso previo a la ignorancia, pulula. Nuestras disciplinas mentirosas son robustas: política, economía y religión; por eso dominan el statu quo nacional. Las creadoras de conocimiento: ciencia, arte, tecnología, educación, son anémicas; muecas al servicio de las primeras. Un grupo folclórico entretuvo a los presidentes de la reciente cumbre, personas generalmente insensibles por los estragos del poder político y económico. El catálogo de mentiras e ignorancias colombianas es infinito y proteico. Falsa la imagen paradisíaca de Cartagena en la cumbre. Miente la revista Time al afirmar que la Colombia actual ofrece esperanzas a sus hijos y nietos. Engaña la Política, nuestro principal proveedor de mentiras, gran surtidor de discursos artificiosos y conmovedores. Sólo la ingenuidad o el interés nos hacen creer que un político promueve el bienestar ciudadano, a menos que sean ciudadanos de elites. Miente La Constitución con bellas mentiras. No existe igualdad ante el Estado, abundan las exclusiones: indígenas, afro-descendientes, comunidad lgbt y los pobres. Su mentira afrentosa, consignar derechos permanentemente vulnerados: Educación, Trabajo, Vivienda, Salud y Vida. Cínicos los eufemísticos nombres de las E.P.S.’s: ‘Humana Vivir’, ‘Salud Total’… por mentirosas. Las mentiras económicas nos atosigan: Revertrex no es fuente de juventud ni Cocacola tiene la chispa de la vida. No se evita el envejecimiento con baba de caracol ni se rehabilita el cabello con semen de ballena. Pacific Rubiales no es Colombia ni es para ti. ¿Cómo despejar ignorancias tan esenciales? Dios no vive apoltronado en ninguna iglesia ni la plutocracia es democracia. ¿Cómo aclarar que lo divino sólo es visible a las conciencias finas, el tamaño del infierno coincide con el de la ignorancia de cada cual y uno es su propio Estado y su propia Iglesia? Loable academia, profesor Proctor: deconstruir los fraudes del poder, orígenes de la destrucción del género humano y del globo. lunpapel@gmail.com