Francisco Argüello
Ojalá Felipe Córdoba, el Contralor general, funcione con el Huila. Es político y llegó al cargo con la venia de múltiples partidos, a quienes aún les debe gratitud. Y ojalá su visita- con tapabocas marcado, reina y achiras- arroje resultados para que los despilfarradores de millonarios dineros de regalías se asusten y paguen. Hay mucho sinvergüenza que se codea en el poder cuando protagonizaron un rosario de obras inconclusas y la gente, sin memoria, sigue eligiéndolos.
En Aipe, la llegada del funcionario, fue con show incluido. Octavio Conde Lasso, quiso acaparar, robarse la atención de un Contralor que recorrió decenas de obras en el pueblo, pero la mayoría, para su desgracia, están precluidas porque las leyes en Colombia fueron hechas para los bandidos. El Alcalde quiso taparle las millonarias obras inconclusas de Luis Felipe, su hermano, quien ha pasado de agache ante la justicia con el silencio de su esposa, Constanza Arias, la eterna Defensora del Pueblo. Córdoba -por fortuna- contó con una veeduría que se hastió de la corrupción y le habló al oído al Contralor sobre Conde, Álvarez, Castro y otros cuestionados ex alcaldes. Lo lamentable es que desde 2018, meses antes de que Córdoba llegará al poder, le hicieron saber a través de un oficio al organismo fiscal cómo los elefantes blancos pululaban en el pueblo. Y solo hasta ahora, el funcionario arribó al pueblo con un megacolegio sin terminar, además, de una cancha sintética, cuya obra tuvieron que corregir mientras la hacían porque encontraron humedad en el terreno y hoy está sin servicio. ¿Se acuerdan de los millonarios aljibes que contrataron, de los cuales, del 90 por ciento no brotó agua y los pagaron al contratista? En fin, Aipe es una vergüenza, pero lo son más sus habitantes que en campaña, a cambio de plata o favores, eligen mal.
Córdoba también inspeccionó el estadio Plazas Alcid de Neiva, un chicharrón sin grasa a un extremo del nuevo puente sobre La 16. Y en el otro, una Torre Materno Infantil a la que Hocol, el exgobernador González Villa y otros pocos, le metieron la mano y la salvaron, pero la obra que diseñó sin planeación Luis Jorge Sánchez es un complejo mucho más ambicioso que tuvo que limitarse.
Si Gorky Muñoz invierte en el estadio que lo haga asesorado con jurídicos de peso porque de sus abogados poco me fío. Y ojalá no terminé enredado con la justicia como Rodrigo Lara Sánchez, a quien le fastidiarán los organismos de control durante su anhelada campaña a la Gobernación del Huila porque autorizó uno de los millonarios giros a la polémica obra.
Si el Contralor quiere hacer algo, que depure la Contraloría General, exija resultados e indague de tiempo atrás por qué los ex contralores no tomaron medidas ya que la mayoría de investigaciones por elefantes blancos precluyeron. O se olvidaron del Parque Isla, al otro lado del río, donde hasta la CAM y varios alcaldes le ‘inyectaron’ millonadas y el proyecto se lo tragó el monte; las marraneras y el colegio de Yaguará, además de proyectos en Rivera, Colombia y otras localidades.