Debe mirarse con detenimiento y buscar soluciones a corto, mediano y largo plazo la advertencia que ha lanzado esta semana la Contraloría General de la República sobre la grave situación a que ha llegado la deforestación en Colombia.
El organismo de control ha sido enfático: “Hace 30 años, en el año 1990, Colombia tenía algo así como 65 millones de hectáreas de bosques. Hoy esa cantidad está por el orden de 59 millones. Es decir, hemos perdido en 30 años más de 5 millones de bosque”.
Según el Contralor Delegado para el Medio Ambiente, Gabriel Jurado, “El tema del cambio climático nos está golpeando y cerca del 60 por ciento de las emisiones de CO2 que se emiten en el país son producto de estos procesos de deforestación, particularmente por las quemas que se están haciendo”.
Ante este panorama, la Contraloría General de la República está realizando un seguimiento permanente al funcionamiento, tareas y actividades que desarrolla el Consejo Nacional de Lucha contra la Deforestación. De acuerdo con la meta establecida en el Plan Nacional de Desarrollo “Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad”, a 2022 se plantea la reducción de la deforestación en un 30% con respecto al escenario actual y la Contraloría, según lo ha dicho este mismo organismo, le tiene puesta la lupa al cumplimiento de dicho objetivo y a que ese avance se respalde y evidencie con cifras claras y concretas.
Vale la pena indicar que en Colombia, el 65% de la deforestación se encuentra concentrada en la Amazonía Colombiana.
Antes que cualquier cosa, se requiere voluntad política para enfrentar el fenómeno de la deforestación. Una sola entidad es poco lo que podría hacer frente a un desafío de semejante tamaño, ya que estamos hablando de que cada año son taladas alrededor de 170 mil hectáreas de bosque en promedio.
Una vez haya voluntad, se debe implementar una gran cruzada nacional en contra de la deforestación, que incluya presupuestos, cronogramas y metas claras.