Si bien no constituyen un daño inmediato, sí representan una grave amenaza a mediano y largo plazo para las finanzas municipales las elevadas pretensiones de las demandas interpuestas contra la Alcaldía de Neiva, que se encuentran actualmente vigentes. El riesgo es para mirarlo con detenimiento.
Según datos divulgados por la propia administración municipal y ventilados en el Concejo por el concejal Héctor Javier Osorio Botello, las demandas contra el Municipio superan los $630.578 millones, presentando un aumento considerable frente al total de lo corrido durante el año pasado cuando ascendían a más de $415.317 millones, incluso, supera la totalidad de los años 2022, 2021 y 2020.
La mayor cantidad de procesos judiciales y de mayores cuantías son acciones de nulidad y restablecimiento del derecho; acciones de reparación directa, por ejemplo, por accidentes de tránsito; y acciones contractuales. En menor medida también sobresalen casos laborales, acciones populares, entre otras.
Por cantidades de dinero, están vigentes 11 casos que superan los $10.000 millones en pretensiones y suman $476 mil millones; 31 casos que están entre $10.000 millones y $1.000 millones; 186 demandas que se sitúan entre $1.000 millones y $100 millones, y 398 procesos que son menores a $100 millones.
Sobre estas demandas y el impacto que podrían tener en las alicaídas finanzas municipales, el Ministerio de Hacienda ya ha advertido: “Dados los montos asociados a esos procesos, se recomienda al Municipio fortalecer su capacidad de respuesta jurídica, estimar la probabilidad de fallo en su contra de los procesos en los cuales actúa como demandado, teniendo en cuenta el valor de las pretensiones y realizar el seguimiento al estado de sus procesos con el fin que pueda realizar la debida provisión de recursos”.
El panorama no es halagüeño y merece ser valorado en el Concejo Municipal en donde se tramita un nuevo endeudamiento por $80.000 millones propuesto por el alcalde German Casagua. El creciente monto de las demandas es un riesgo potencial sobre el patrimonio de los neivanos y ello obliga a que el mandatario y la junta directiva de la ciudad sean comprometidos y cuidadosos con la protección de los intereses de la ciudadanía.
