Marcos Silva Martínez
Todo ciudadano de bien y socialmente responsable, debe interesarse por lo que acontece con el Proyecto de Tratamiento de Aguas Residuales.
Lo que se sabe hasta hoy, sobre la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), es que la actual administración, continúa con el Proyecto previsto por el anterior desastroso alcalde. Se trata de una PTAR, compacta o en su defecto, semi-compacta. Es la que hace más caro el tratamiento, a los suscriptores.
Por el sitio elegido, para instalarla, no puede ser de otro tipo. De ser instalada, en la margen derecha del Río Magdalena, contigua al Puente Santander, esa panta no podrá, tratar más del 60% de las aguas servidas de Neiva.
Desde Granjas y Cándido, hacia el norte y las aguas servidas que vierten al gran colector de la comuna 10 y otros, quedan sin tratamiento o tendrán que bombearlas o construir otra PTAR.
El costo de la PTAR anunciada supera los $200.000 millones. Ese dinero no está en las arcas municipales. Pretenden financiarla con Vigencias Futuras. Las Vigencias Futuras, son un peligro y amenaza para el futuro de la ciudad, aunque haya calaveras interesados que sostengan lo contrario.
Recordemos lo que ocurrió, con la optimización del acueducto. Bocatoma, Reservorio, plantas de Tratamiento, etc. No debemos permitir que nos defrauden de nuevo.
El tratamiento de las aguas residuales, es un imperativo, ambiental ineludible. Pero, exige responsabilidad, honestidad y rigor en la evaluación socio-económica, del sistema que elijan. De ello depende la sobre carga económica, a los usuarios, del servicio.
El tratamiento de las aguas residuales, por cualquier sistema, implica costos adicionales, a la actual facturación de servicios domiciliarios que se pagan a EPN.
Todos los neivanos, tienen derecho a conocer el sistema de tratamiento que pretende construir la Administración Municipal y ésta el deber de informarle detalladamente, a la comunidad, los costos de construcción y fundamentalmente los costos administrativos y operativos y sobre quiénes recaen, por ley.
Los sistemas de tratamiento que involucran uso de equipos electro-mecánicos y por ende, consumo de energía eléctrica, pueden alcanzar costos adicionales hasta de 7.5 dólares por persona por mes (más de $70.000/usuario/mes, en cada factura). Bajo esta condición, el tratamiento de aguas residuales se convierte en amenaza socioeconómica, para los residentes de Neiva. Es una advertencia sobre lo que puede ser el costo incrementado sobre al valor de la factura actual, si permitimos la instalación de la PTAR, anunciada.
Los sistemas de tratamiento de aguas residuales menos costosos, son los que se realizan mediante lagunas de estabilización. Estos pueden generar un incremento por factura de $800 por mes. Tienen el inconveniente de requerir grandes superficies, pero hay otros sistemas ampliamente probados en Colombia, cuyo costo es suficientemente tolerable y racional, como los UASB.
La Administración Municipal, debe Explorar alternativas y seleccionar, la menos costosa y más eficiente, a corto, mediano y largo plazo. Un solo sistema para toda la ciudad. Es factible.