Hoy se cumple un año de la masacre que apagó la vida de cuatro personas y generó el desplazamiento de una veintena más, en la vereda Quebradón Sur del municipio de Algeciras. La vivienda donde inició la matanza se encuentra desolada mientras familiares de las víctimas fatales siguen a la deriva. Este hecho marcó el inicio de una espiral de violencia en la ‘Despensa Agrícola del Huila’.
Como si fuera ayer recuerda el señor Álvaro Barrera aquella fatídica noche del 16 de julio de 2020, cuando sobre las 8:00 p.m. un grupo de seis hombres fuertemente armados incursionaron en la vereda Quebradón Sur de Algeciras, y en la finca de su propiedad empezaron una ‘correría de la muerte’ que dejó como saldo cuatro personas asesinadas y dos más heridas.
Evoca que la masacre fue lenta. Los sujetos desconocidos primero ingresaron a una de las tres viviendas que tiene su finca donde residía parte de su familia, y a sangre fría asesinaron a su nuera Luz Stella Burgos de 35 años y a un joven que trabajaba en la propiedad, identificado como Édison Sebastián Moya de apenas 16 años.
Recuerda, que después de perpetrar estos dos homicidios, los violentos pasaron a la finca vecina y asesinaron a Juan David Bello de 25 años, y a Luis Eduardo Gómez de 22 años, ambos recolectores de café. En medio de las balas fueron heridos otros dos pobladores de la zona, Noé Ahumada de 59 años, y un pequeño niño de ocho, quienes afortunadamente lograron sobrevivir.
Su ‘pecado’, ser familiares y vecinos de los hermanos Barrera, uno es Nencer, desmovilizado de las Farc que hoy trabaja en la Unidad Nacional de Protección como escolta, y el otro, Jhon Gílber alias ´Sijín´, capturado en junio de 2020 por estar asociado a varios crímenes registrados en Algeciras. El último en mención, era la pareja sentimental de Luz Stella Burgos, la primera víctima fatal de aquella noche de horror.
Recuerdos intactos
Los padres de los hermanos Barrera Bustos, el señor Álvaro y la señora Gabriela, estaban en una casa contigua a donde empezó la masacre esa noche, desde allí vieron arribar cinco motos y dos camionetas 4×4 blancas a la vivienda donde residía su nuera. Hubo llanto y gritos por lo que ellos decidieron huir, subieron una pequeña loma y esperaron en completo silencio hasta que los violentos se fueron.
“Mi finca tiene tres casas; mi esposa, otros familiares y yo estábamos en la vivienda paterna, contigua a la casa donde empezó todo, cuando escuchamos los disparos. El reflejo de un bombillo permitía ver cómo corrían los bandidos, entonces nosotros salimos huyendo por donde pudimos porque llevábamos niños. Tras cometer la masacre, estos hombres llegaron a la casa del medio, quemaron unos chiros y se fueron, no subieron más, seguro como estaba oscuro les dio temor perseguirnos”, dice el señor Álvaro Barrera.
Al día siguiente, una veintena de personas integrantes de la familia Barrera Bustos abandonaron el municipio de Algeciras para salvaguardar sus vidas. Hoy, la finca del campesino Álvaro Barrera permanece abandonada, pues tras su desplazamiento contrató a varias personas para que administraran la propiedad, pero tristemente también fueron masacradas.
Y es que el 23 de septiembre de 2020 al inicio de la noche hombres armados no identificados llegaron a la vereda Santa Lucía, zona rural de Algeciras, arribaron a una vivienda del sector y asesinaron con tiros de gracia a Jimmy Betancourth Ortiz de 43 años, padre de familia; a su hijo mayor, Jimmy Alejandro Betancourth Gómez de 25 años; y a un empleado de la finca, identificado como Johan Camilo Narváez Rayo, de 18 años de edad. Según confirmó el señor Álvaro Barrera, el patriarca de esa familia había “tenido la valentía” de administrar su finca.
Y este año, exactamente el 31 de mayo, nuevamente se perpetró una masacre en la propiedad de la familia Barrera Bustos. Eran aproximadamente las 7:30 de la mañana, cuando una camioneta y dos motocicletas arribaron a la casa principal de la finca, posteriormente varios hombres armados descendieron de los vehículos y ultimaron a 9 recolectores de café.
“La violencia nos persigue”
“Después del desplazamiento de toda mi familia han ocurrido muchos hechos. Desde que nos fuimos de la vereda se han presentado amenazas, pues como a los 20 días de nuestra salida pusieron algunas granadas en la entrada de la finca. Además, hemos puesto partijeros (administradores) y nos los han masacrado; la violencia nos persigue”, lamenta el señor Álvaro.
El campesino, quien junto con toda su familia está en condición de desplazamiento forzado, además afirma que tras su salida de Algeciras hace un año, han pasado muchas necesidades.
“Estamos echando malo porque no estábamos enseñados a vivir para arriba y para abajo, en una parte y en otra, hemos sufrido mucho. Esperamos que ante estos hechos macabros que han perpetrado en la finca, el Estado ponga fundamento y haya capturas, porque las autoridades no han hecho ni dicho nada”, expresó.
“Mi finca ahora está sola, me comentan los vecinos que hay unas cintas rodeando la casa principal porque no puede entrar gente allá, para qué, para que la masacren”, agregó.
Referente a por qué la violencia se ha ensañado con su familia y allegados, el señor Álvaro manifestó que es por el pasado de uno de sus hijos. “Tenemos claro que todo lo que ha pasado es porque un hijo estaba metido en cosas (alias Sijín), y por asuntos de él vamos a pagar nosotros como padres y el resto de familia. Esto ha llevado a que nos hagan mal a nosotros y más a la gente que nos ha querido administrar la finca”, indicó.
Finalmente, dijo que su familia descarta totalmente regresar a la finca donde durante años laboraron, y expresó que la propiedad está en venta. “Quiero que me compren la finca para poder ubicar a mi familia. Es una propiedad de 46 hectáreas de tierra, tiene tres casas, 43.000 palos de café nuevo, una parte de cacao, frutales y agua propia”.
¿Y los responsables?
Poco o nada han dicho las autoridades sobre los responsables de estos hechos que han enlutado al municipio de Algeciras en el último año.
Es de recordar que la masacre acaecida hace un año en esta localidad se registró horas después de la captura en ese municipio de alias ‘Hermes’, cabecilla principal de la Unidad Óscar Mondragón de la Segunda Marquetalia, Columna Móvil Teófilo Forero, al mando de alias ‘El Paisa, responsable de varios hechos de violencia perpetrados en Algeciras durante el primer semestre de 2020.
Tras su captura, las autoridades señalaron que “les devolverían la tranquilidad a los algecireños”, pero no. Luego del “contundente golpe” a esa estructura emergió en Algeciras una banda delincuencial que lideró alias ‘Paciencia’ hasta el 17 de febrero de 2021, cuando fue asesinado por sicarios que llegaron hasta una vivienda del barrio La Gaitana, donde se escondía y le dispararon a quemarropa.
Después del asesinato de este sujeto, a quien las autoridades le atribuían los hechos de violencia perpetrados en Algeciras durante el segundo semestre de 2020, el derramamiento de sangre no cesó.
Durante 2020 Algeciras registró 24 homicidios, de los cuales 7 fueron víctimas que cobraron dos masacres acaecidas en julio y septiembre.
En lo corrido de 2021 se reportan 22 asesinatos en la ‘Despensa Agrícola del Huila’, incluidas las 9 víctimas de la masacre perpetrada en mayo pasado, según el Departamento de Policía Huila.
Diego Tello, asesor de Paz de la Gobernación del Huila, lamentó esta espiral de violencia. “Son alarmantes los hechos acontecidos en Algeciras en el último año. Los asesinatos selectivos no paran, casi que el número de homicidios que va a la fecha de hoy es similar a la cifra de todo el 2020. Esto demuestra que el conflicto ha vuelto a los territorios y urge la implementación de los Acuerdos de Paz”.
Entre tanto, según la personera Municipal, Esther Cabrera, quien recientemente estuvo un tiempo fuera del municipio luego de recibir amenazas, este año han menguado los desplazamientos en Algeciras, tras el éxodo histórico vivido en 2020, cuando más de 300 personas abandonaron la población.
Homicidios en Algeciras
2018:6
2019:12
2020:24
2021:22
*Fuentes: Policía Huila y Medicina Legal