La Nación
COLUMNISTAS OPINIÓN

Altos salarios del estado

Rodrigo Villalba Mosquera

 

Está en el ojo del huracán el Congreso de Colombia por el aumento salarial de sus integrantes que se realizó extemporáneamente terminando el año (5%), donde se compara frente al incremento del salario mínimo mensual (SMLM) de este año (3,5%), coincidencia asimétrica. Explicaciones van y vienen, que el aumento de los congresistas es del año 2020, donde el SMLM de ese año fue del 6%; que el incremento del salario de los congresistas es de orden Constitucional, etc. El problema grande es otro, que Colombia es uno de los países del mundo con mayor desigualdad en el ingreso; nuestro país es el sexto con el índice GINI más alto, sólo superado por algunos países de África, y Honduras en América Latina.

Es odioso ver en época de incremento salarial como el SMLM puede tener un porcentaje superior, pero en plata constante y sonante es un irrisorio aumento frente al reajuste de los altos salarios. La igualdad entre desiguales no es equidad.

La discusión en otra época, de menos escasez, no debería ser si los salarios de algunos servidores del Estado son altos, porque para un congresista o funcionario que haga bien la tarea, seguramente tiene justificada la remuneración, pero para quien no trabaja o utilice indebidamente su cargo, cualquier salario es alto e injusto para el Estado.

El problema también es la situación actual provocada por la pandemia del covid-19, de recesión económica, desempleo, parálisis empresarial y déficit fiscal, donde debemos apretar el cinturón comenzando por los que más ganan.

En varias oportunidades, como ahora se propuso reducir el salario de los congresistas, desafortunadamente se hace con fines populistas y electorales. En la práctica tiene otros factores adversos, que otros servidores públicos su salario es igual y depende del salario de los congresistas por mandato constitucional, como el de los Magistrados de las altas cortes, Contralor General, Procurador, Fiscal, Auditor General, entre otros.

Hay otra fórmula, para que los altos salarios del Estado no crezcan que es el congelamiento de éstos, en el tiempo reduce la brecha de ingresos, también se propuso sin éxito en varias oportunidades, la última fue por iniciativa del suscrito acogida por la bancada de mi partido, y se incorporó en el Proyecto de Acto Legislativo de Reforma Política, también fracasó, y no alcanzó si quiera el segundo debate. Hay que hacerlo por una década, lo demás es inentendible de quienes prefieren desafiar la opinión pública por indolentes, de paso contribuir y de qué manera, a deslegitimar el Congreso.

Con una u otra fórmula tenemos que dar mensaje de solidaridad para reducir la brecha de ingresos de los colombianos.

No haberlo hecho es un acto de torpeza política, no hacerlo ahora es un acto de extrema torpeza.