La Nación
Apostemos por una verdadera cultura conciliatoria 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Apostemos por una verdadera cultura conciliatoria

Durante las últimas semanas he tenido la oportunidad de ver muchos videos en los que personas involucradas en accidentes leves (los que involucran solo “latas”) se van a los golpes, e incluso acuden al uso de armas blancas para agredirse. Lo llamativo e irónico de la situación, es que este año se han promovido cambios legislativos importantes, para fomentar a la conciliación, como herramienta principal de solución de conflictos, en los casos de accidentes leves.

En materia legislativa, se modificó el Código Nacional de Tránsito Terrestre con el fin establecer que, en casos de accidentes que solo causen daños materiales sobre vehículos, inmuebles, cosas o animales, las personas involucradas deberán a proceder a: (i). Recolectar el material probatorio (principalmente por medios tecnológicos). Material que legalmente se encuentra llamado a reemplazar el famoso “croquis” o informe que anteriormente elaboraba tránsito; (ii). Retirar inmediatamente los vehículos; y (iii). Acudir a centros de conciliación autorizados.

Al respecto, considero que la reforma adolece de varias falencias que afectarían el posicionamiento y despliegue de la conciliación como principal mecanismo de solución de conflictos en accidentes leves, las cuales procedo a referenciar: (i). Para comenzar, llama la atención la manera en la que la reforma vuelve a cosificar a los animales. El enfoque adoptado por la reforma va en contravía de la ley 1774 de 2016, en la que se menciona de forma expresa que, “los animales como seres sintientes no son cosas, recibirán especial protección contra el sufrimiento contra el sufrimiento y el dolor (…)”. Valdría la pena preguntarse dónde queda el ánimo conciliatorio y la reforma en casos en los que un conductor atropella a la querida mascota de la casa; (ii). En mi criterio, me da la impresión de que la reforma hace prevalecer la velocidad de “destrabar” el trancón generado por el choque, sobre otras situaciones, como la adecuada recolección del material probatorio, lo cual tiene repercusiones procesales importantes para los implicados; y (iii). Considero que la ley también debió de haberle apostado al fortalecimiento del proceso formativo de los futuros y actuales conductores, en mecanismos alternativos de solución de conflictos, tal como es el caso de la conciliación. Esto, con el fin de fomentar una verdadera cultura de la conciliación en materia de tránsito.