La Nación
Apremio de unidad del progresismo huilense 1 24 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Apremio de unidad del progresismo huilense

Eduardo Gutiérrez Arias

El Huila con 1,250.000 habitantes, tiene el 2.5% de la población nacional. En reciprocidad debería estar aportándole el 2.5% al Producto Interno Bruto Nacional(PIB), pero según las estadísticas del Dane sólo contribuye con el 1.64%. Esto, a pesar de ser el primer departamento en producción de café, tilapia y fríjol y estar entre los tres primeros productores de arroz, cacao y frutas. Sin embargo su desarrollo en los otros dos sectores económicos(secundario y terciario) es muy limitado y el valor agregado a la producción primaria se da en otras regiones del país y el mundo, restándole dinamismo al crecimiento huilense.Como consecuencia somos uno de los departamentos más pobres y atrasados de Colombia. En el 2019 la pobreza monetaria llegó al 51.2% de su población y en 2020 subió al 55.6% como consecuencia de la pandemia. La miseria también se elevó del 9.6% al 15.1% en estos mismos dos años. El desempleo opita es de alrededor del 19.9% cuando el nacional ha estado alrededor del 17.1% en el último año.Si a estos datos le agregamos que el 53% de nuestra gente vive del empleo informal, llegamos a la escandalosa cifra de un 72.9% de huilenses carentes de futuro.

El Huila, que como ya se dijo, es un gran productor agropecuario, carece de vías modernas para su comercio nacional e internacional. El mejor medio de transporte de carga (también de pasajeros), más barato, más seguro y menos contaminante, es el férreo. Huila necesita transporte férreo hacia el Pacífico y el Atlántico, disminuyendo el costo del mismo en 2/3 partes. Claro que también requiere de carreteras modernas como aquellas diseñadas hace 50 años y que nunca terminan. Según la Contraloría General de la República, el Huila es campeón nacional en “elefantes blancos”, obras que nunca concluyen, enredadas en pleitos por la corrupción y el despilfarro. Hospitales, colegios, proyectos de conectividad virtual, distritos de riego, planes de vivienda popular y muchas obras más permanece congeladas por la corrupción y la politiquería. Los partidos de la derecha que han tenido el poder en los últimos 40 años son  los responsables de esta crisis en el desarrollo en nuestra región. Arrebatarles una parte de ese poder ganado con violencia, corrupción y compra de votos no es algo fácil ni sencillo.  Requiere unidad y disciplina de los partidos progresistas y democráticos opitas. Si unimos el Pacto Histórico, la Coalición de la Esperanza, la Alianza Verde y el liberalismo progresista, habrá un contrapeso en el Huila a la derecha retardataria y una nueva esperanza para el departamento. No unirse es mantener el statu quo.