La Nación
Arando en el desierto 1 23 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Arando en el desierto

Es deber del ideólogo agotar recursos e instancias necesarios para determinar la factibilidad de la idea y así abordar la formulación del correspondiente proyecto con miras a su ejecución, cumpliendo las etapas que la metodología le indique. Del celo, profesionalismo y capacidad técnica aplicada, depende el buen suceso del emprendimiento.

En la idea de reformar el sistema de salud, se comenta que el presidente Petro advirtió a su ministra, Carolina Corcho, que si el proyecto resultaba impopular entonces no lo presentara a consideración del congreso. Tal admonición es una regla de concluyente lógica para un gobierno que a diario requiere mayor respaldo popular, dada la altisonante controversia generada por las ideas reformistas que lo eligieron, esbozadas unas y en debate otras por la particular ideologización con que el propio Jefe de Estado, activista tuitero antes que estadista o jefe de gobierno, ha barnizado las políticas públicas que por lo pronto orientan la acción gubernativa. Lo peor que le puede pasar a un mandatario populista es que sus actuaciones resulten siendo impopulares; es como tratar de vender leche cortada.

A hoy, aplazamiento tras aplazamiento, no le ha sido posible a la MinSalud presentar el proyecto a consideración del congreso. Su elaboración es tan misteriosa como incierta; es como a las escondidas y lo poco conocido, medianamente formal, es relato de terceros asumiendo una especie de vocería de la titular. Es el resultado de la inexistencia de diálogo abierto con los actores que corresponde escuchar, después de los usuarios (o sea todos los colombianos), profesionales y técnicos, por tener a su cargo hoy por hoy el servicio de salud. Lo poco conocido se muestra impopular.

Reitero lo anotado en este mismo espacio hace unos meses (24-08-2022): “Es plausible la formulación de reformas para el mejoramiento del sistema, principalmente en el reforzamiento de la prevención de enfermedades, construcción y dotación de centros asistenciales de alto nivel en las provincias, facilidad de acceso rural, aligeramiento y agendamiento de citas médicas, retribución salarial y cargas de trabajo para el personal de salud, así como agilizar la autorización de tratamientos, exámenes, medicamentos y cirugías. Lo que no se debe hacer es minar el sistema como tal por el prurito de estatizar la prestación del servicio como una política pública propia de los regímenes de izquierda.”.

Se está desperdiciando la oportunidad histórica para mejorar el servicio de salud colombiano.