La Nación
Arismendi Mora Perdomo 1 29 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Arismendi Mora Perdomo

Rodrigo Villalba Mosquera

 

Falleció la semana anterior, Arismendi Mora Perdomo y con profundo pesar la sociedad lo despidió reconociendo en él un hombre de bien.

Mora Perdomo ocupó cargos importantes. Fue impulsor de Quinsa, gerente de la Beneficencia del Huila y de la Central Hidroeléctrica de Betania; concejal, alcalde y personero de Neiva. Diputado y Senador de la República, donde llegó en formula del insigne huilense Rodrigo Lara Bonilla. En esta corporación legislativa, fue presidente de la Comisión Séptima.

La personería de Neiva donde llegó avalado por el Movimiento Revolucionario Liberal MRL, fue la impulsora de su carrera política. Esta entidad se encargaba de la vivienda popular, donde se destacó y de ahí que uno de los barrios del sur de la ciudad lleva su nombre.

Lideró un movimiento que se llamaba Línea Liberal. Fue compañero de luchas de Luis Carlos Galán en el Nuevo Liberalismo y nuestro presidente del movimiento Galanista del Huila. Presidente del directorio Liberal. Liberal de todas las horas. Era frecuente verlo con camisa roja. El último evento político al que asistió fue en 2018, en las instalaciones del antiguo Club Social de Neiva acompañando al candidato de su partido, Humberto de la Calle Lombana, de quién era su amigo. Su frustración política: no haber sido alcalde de su pueblo natal, Aipe.

Arismendi formó un bonito hogar con la distinguida dama de la sociedad neivana, Judith Duque, y sus 2 hijos, Javier Arismendi y Natalia.

Muchas anécdotas con Aris, como le decíamos cariñosamente, cuento dos: Estaba Arismendi de paseo por París, caminando por los Campos Elíseos cuando escuchó, lo llamaban por su apodo aipuno “cachipai”, no le puso cuidado, no vio posible que en esa ciudad Europea, alguien lo pudiera llamar y menos por su apodo criollo, pero cuando insistieron, miró y caminó hacia allá dándose cuenta que quién lo llamaba era el paisano “el patrón” Ignacio Solano. Mundo chiquito. Otra anécdota, cuando nombraron Ministro Justicia al Senador Lara Bonilla, de quien Arismendi era suplente y debería ocupar su curul en el Senado; quién alistándose para dicho acto, le dijo al común amigo al “profesor” Eduardo Ceballes lo acompañara a comprar un vestido (Arismendi estaba muy gordo), desplazándose a muchos almacenes en búsqueda de la prenda, no siendo fácil encontrar talla, pero la peor desilusión se la lleva cuando entraron a un almacén importante y la vendedora les dijo “si buscan un vestido para usted, no hay talla”, de ahí salió Arismendi derechito a buscar un sastre.

Arismendi era bonachón, llevaba una vida sencilla. Amigo de sus amigos, tuve la fortuna de ser uno de ellos y compañero de muchas luchas. Deja Arismendi el concepto claro de que fue todo un señor, un hombre bueno.