La colombiana Leonor Espinosa fue catalogada como la mejor chef mujer del planeta por parte de The World’s 50 Best Restaurants y recibirá el premio el próximo 18 de julio en Londres. El arte y la cultura de los territorios se ven plasmados en los platos que engalanan su afamada cadena de restaurantes.
Leonor Espinosa es la colombiana más influyente en la cocina universal; sus restaurantes han sido reconocidos como unos de los mejores a nivel internacional. La chef, oriunda de Cartago, Valle, pero con un marcado sabor y acento cartagenero, recibirá el lunes 18 de julio en Londres la distinción de ser la mejor chef mujer del mundo, premio otorgado por The World’s 50 Best Restaurants que se basa en una encuesta a cocineros internacionales, restauradores, gourmets y críticos culinarios.
Este alto reconocimiento en el mundo de la culinaria revalida su trayectoria y prestigio, es producto de tener una personalidad gastronómica propia, creativa y que involucra las experiencias místicas que adopta de su recorrido por los territorios étnicos del país. El 70% de los ingredientes que utiliza en su restaurante, vienen de las regiones. Leonor inició a viajar por el país a realizar una investigación, y fue esa exploración que la llevó a entender que el cocinero tiene que ser participe en la cadena productiva en el sentido de apoyarla y valorarla. Trabaja directamente con los agricultores del país, las comunidades afro, rurales e indígenas con el fin de apreciar su esfuerzo y trabajo.
“Sin duda cocinar es un acto político que abraza la producción de alimentos, y más cuando factores como el cambio climático, la deforestación, la explotación indebida de los recursos naturales, la guerra y los monopolios, entre otros, afectan la soberanía y seguridad alimentaria y el consumo local. De esta manera, la gastronomía puede contribuir a reducir los conflictos económicos y sociales existentes”, manifestó la mejor chef mujer del planeta.
Son muchas las variables que influyen para que sus restaurantes gocen de reconocimiento, además de visibilizar la gastronomía colombiana en el exterior, exhibe la biodiversidad y conecta a través de sus creaciones la cocina tradicional con los territorios, su historia y su cultura.
Su cocina se sustenta desde la experiencia, las vivencias, la investigación, su conocimiento y el recorrido por la riqueza biocultural; por medio de esas herramientas puede narrar las historias de las regiones y plasmarlas en sus platos, convirtiéndose en un agente generador de desarrollo a partir de los procesos gastronómicos.
“La filosofía del ‘ciclo-bioma’ de la chef utiliza la gastronomía como un impulso para el desarrollo social y económico de las comunidades indígenas y afrocolombianas, y su misión ahora está siendo más reconocida”, destacó The World’s 50 Best.
La chef lidera una fundación, FunLeo, que ha realizado diferentes programas para el fortalecimiento de la tradición culinaria colombiana, mediante las mujeres que han mantenido vivas las recetas ancestrales e igualmente empodera y apoya a los agricultores.