Por: Yilber Leandro Saavedra
La crisis social y las reclamaciones de la ciudadanía han tocado también las fibras de la Asamblea Departamental que ha entrado en una especie de desespero e impotencia al considerar que el Gobierno de Luis Enrique Dussán no avanza en la medida que se requiere.
Este ha sido un periodo realmente atípico y difícil, no solo por la pandemia y los bloqueos de vías, sino especialmente por las dificultades de salud del mandatario y ahora de su esposa, que lo llevaron a pedir una licencia en medio del momento más coyuntural.
A pesar de que los diputados han expresado entender esa condición, también se preguntan cuándo se verán las ejecutorias que se requieren para reactivar la economía, máxime cuando han aprobado el 98% de los proyectos; se estima que entre superávit 2020 (sin adicionar aún por un cierre financiero que se tomó medio año) y recursos de regalías, quedaron al menos 130 mil millones de pesos del año pasado, que deberían estar ya rodando en inversiones.
El poco perfil político del gabinete, sumado al estilo técnico del Gobernador, también han contribuido a mantener en el refrigerador la relación. Ni si quiera en la presidencia de Karol Ortigoza, cercana al Gobierno, se pudo consolidar la unidad pues fue de las primeras en quedar sin juego desde palacio. Hoy el descontento es generalizado en la Duma, que ya programa pasar al tablero en los próximos días a cada secretario.
Tampoco nos vamos a decir mentiras, buena parte de “mantener bien la relación” con algunos diputados se traduce en cupos burocráticos, contratación, o las obras que puedan llevar a sus comunidades, situación también limitada por la intermitencia de los procesos y el hermetismo de los secretarios, quienes solo proceden ante la aprobación, acertada o no, de Luis Alfonso España.
A las dificultades propias de gobernar en estos tiempos se suma la actitud distante e inaccesible del director de Planeación y Gobernador encargado Carlos Alberto Cuellar, otro cuyas capacidades están en todos los campos menos en el de relacionamiento público y manejo político.
Diputados y secretarios en lo que sí coinciden es en las buenas intenciones del Gobernador Dussán y su preocupación por cumplir con el Plan de Desarrollo, sin embargo, los filtros y cerrojos propios de la escuela Villalvista están plenamente activados y solo se irán desatando, coincidencialmente, en la recta final de las elecciones al Congreso de la Republica.