El día de ayer, ante la JEP, 10 militares y un civil reconocieron su responsabilidad en el asesinato de al menos 120 personas. Las muertes en su momento fueron consideradas como bajas de guerrilleros en combate, pero en realidad eran civiles.
En Ocaña, departamento de Norte de Santander, se llevó a cabo una de las audiencias más esperadas en el marco del denominado caso 03 que investiga la JEP por ejecuciones extrajudiciales o falsos positivos, puntualmente en la región de Catatumbo.
La audiencia
Esta declaración se llevó a cabo en la universidad Francisco de Paula Santander, en Ocaña, Norte de Santander. Allí, las víctimas se encontraron con los 10 militares y un civil, quienes contaron lo que verdaderamente pasó entre los años 2007 y 2008. De hecho, en el auditorio se pudieron observar carteles y fotos de las víctimas, mientras que sus familiares llegaron con camisetas negras en las que se leía la frase “quién dio la orden”.
Algunos hechos
Uno de los hechos que son investigados por la JEP ocurrieron el 8 de febrero del 2008. En dicho momento uniformados asesinaron a Darvey Mosquera Castillo y Alex Hernando Ramírez, afirmando que estos habían muerto en medio de un combate a la 3:00 a. m. en la vereda Java, de la ciudad de Manizales, Caldas.
Sin embargo, de acuerdo con lo investigado por la JEP, ese mismo día intentaron asesinar a José Didier Marín Camacho, sin embargo, al militar que debía cometer el crimen se le dañó el fusil y no pudo continuar, por lo que Marín logró huir con vida.
“Por favor reivindiquen el nombre de mi hermano Luis Alfonso Daza y de todas las víctimas de Norte de Santander, Soacha y el país entero”, expresó María Consuelo Daza, una de las personas afectadas por estos hechos.
“Lo llevaron arrastrado poniéndole un fusil y una granada diciendo que era un guerrillero. Un muchacho que venía de un puesto de salud que le habían sacado las muelas. Lo llevaron y le echaron líquido en la cara, lo torturaron por todos lados. Yo soy hermana y padre porque hay un niño de dos años que quedó huérfano, pues la madre murió”, agregó la víctima.
En la audiencia de ayer, los 10 militares y el civil aceptaron su responsabilidad de asesinar a 120 personas que fueron pasadas por guerrilleros, pero en realidad eran civiles, la gran mayoría, campesinos.
Declaración impactante
La declaración que más impactó fue el del cabo (r) Néstor Gutiérrez, quien explicó que el Ejército, entre 2007 y 2008, trabajó de la mano con los paramilitares para cometer estos delitos. Además, reconoció que asesinó de forma cobarde a campesinos y posteriormente los hizo pasar por guerrilleros.
“Asesiné cobardemente, les arrebaté la ilusión a sus hijos, les desgarré el corazón a sus madres por una presión de unos falsos resultados, por tener contento a un Gobierno. No es justo, no es justo”, señaló el cabo (r) Gutiérrez, tras leer el nombre de las víctimas.
“Había una presión. Nos exigían dar resultados (…), había que buscar resultados como fuera y teníamos contacto con grupos de paramilitares de la región, sobre todo de Aguachica, para conseguir armas”, agregó.
“Que quede claro. Manchamos la región del Catatumbo. Dañamos el buen nombre de la región. Manchamos los nombres de estas familias. Cometimos crímenes de guerra y lesa humanidad. Yo acepto la responsabilidad. También pido perdón a Dios, mi familia e hijos”, concluyó Gutiérrez.
Militares implicados
En este caso, los señalados por la Justicia Especial pertenecían a la Brigada Móvil 15 y el Batallón de Infantería No. 15 General Francisco de Paula Santander, entre ellos el general Paulino Coronado, los coroneles Santiago Herrera y Rubén Darío Castro; los tenientes Álvaro Diego Tamayo y Gabriel de Jesús Rincón Amado y el mayor Juan Carlos Chaparro.