Daños considerables y un grave riesgo para los habitantes del barrio Los Comuneros, causó la creciente de la quebrada Garzón, la misma que originó la avalancha del pasado miércoles, en donde resultaron afectadas 30 veredas de la Capital Diocesana y millonarias pérdidas. LA NACIÓN, GARZÓN Daños considerables y un grave riesgo para los habitantes del barrio Los Comuneros, causó la creciente de la quebrada Garzón, la misma que originó la avalancha del pasado miércoles, en donde resultaron afectadas 30 veredas de la Capital Diocesana y millonarias pérdidas. El afluente que surte el acueducto local destruyó los gaviones de protección, construidos con recursos del Plan Colombia; amenazó con desplazar algunas casas, causó deterioros considerables al polideportivo y estuvo a punto de sobrepasar los puentes de La Floresta, San Isidro y 20 de Julio. La fuerza del agua demolió además parte de la carretera de entrada al barrio, que conduce a los pobladores con el centro de la localidad. La Junta de Acción Comunal de Los Comuneros realizó el censo de los daños. “Necesitamos que nos ayuden para la reconstrucción y el fortalecimiento del barrio, hace mucho tiempo no se veía una creciente tan alta”, dijo Diego Santa María, habitante del sector. La Oficina de Planeación y las Empresas Públicas de Garzón inspeccionan las afectaciones de un elevado número de familias para su reubicación, especialmente en el sector de La Floresta, cerca a las urbanizaciones Villa Carol y Rivera. Además, revisarán el estado de los muros de contención y los gaviones de las obras nuevas del malecón que también resultaron averiados. Campo Los efectos de las avalanchas mantienen vigente la emergencia en la zona rural de Garzón. El flujo de agua, barro, palos, piedras, rocas y similares aún es alto. “Nosotros llevamos varios años viviendo en San Rafael, un sector aledaño a la planta de tratamiento del acueducto; la avalancha sobrepasó todos los límites que se tienen hasta el momento”, dijo Hernando Ramos, un campesino de la región.