Banksy, el artista callejero británico conocido en todo el mundo por su insolencia, mezcla de militancia y poesía, anda suelto estos días por las calles de Nueva York, pintando grafitis por toda la ciudad y teniendo en vilo a sus admiradores.
El famoso grafitero, cuya identidad continúa siendo un misterio, ha prometido presentar una obra por día durante todo octubre, aunque el viernes aparecieron tres nuevos diseños suyos en distintas partes de la ciudad.
Sus grafitis con esténcil (plantilla de estarcir), célebres por su humor irreverente y su activismo político, lo han catapultado del papel de artista rebelde al de estrella reluctante, cuyas obras se venden por cientos de miles de dólares.
Pero en Nueva York el espectáculo es gratis, público y accesible a todo el mundo. Banksy decidió llamar a su show "Mejor afuera que adentro".
Pintados en secreto y anunciados por Internet en sus sitios www.banksyny.com e instagram.com/banksyny, sus grafitis movilizan a cientos de admiradores que van en busca de ellos antes de que alguien los pinte encima o sean "marcados" por artistas rivales, a menudo apenas horas después de haber aparecido.
Su primera obra, que representaba a un niño subido a las espaldas de otro intentando agarrar un aerosol de un cartel verdadero prohibiendo los grafitis, ya ha sido cubierto con pintura blanca.
"Un genio poco común"
Adolescentes, artistas y profesionales se dan cita frente a sus obras para tomar fotografías y charlar.
"Es tan intrigante, es como una cacería", dijo la actriz Lisa Rowe-Beddoe, que ha visitado cada una de las obras de Banksy hasta el jueves y pretende ir a todas hasta finales de octubre.
"Hay algo simplemente brillante en Banksy. Es tan original, Es interactivo. Es genial y además dice cosas geniales", agregó Rowe-Beddoe.
Ken Brown, que escribe un blog sobre cultura callejera, agradeció la oportunidad de ver sus obras.
"Es la sensación. Y como es tan conocido, será una bendición para Nueva York", afirmó mientras tomaba fotografías de la multitud congregada en el lugar de uno de los grafitis de Banksy, en Manhattan.
Brown quedó muy decepcionado cuando fue a lugar donde Bansky pintó su primer grafiti neoyorquino, el martes en Chinatown, y vio que la obra había sido tapada.
"Soy un admirador de Banksy de toda la vida. Creo que es realmente un genio poco común. Tiene humor y deja muchos mensajes subliminales en sus obras", explicó.
Audioguía gratuita para cada grafiti
Los fanáticos de Banksy pueden acceder a un comentario sonoro de cada obra llamando a un número de teléfono gratuito indicado junto al grafiti o en el portal en Internet del artista.
La explicación es inteligente y lánguida, narrada con un delicado acento estadounidense e introducida por el tipo de música ambiental de un ascensor.
"¿Está mirando una de las obras de arte más grandes del siglo XXI? Si la respuesta es afirmativa, está en el lugar equivocado. Usted debería estar mirando un esténcil de un perro orinando en una boca de incendio", comienza.
"Es un tópico bien conocido que la marca de un gran artista está en su capacidad de capturar la luz. Es por ello que esta obra está hecha completamente con siluetas", agrega.
Es esta irreverencia la que atrae a los fans de Banksy.
"He estado esperando toda mi vida desde la escuela secundaria para ver uno", dice Ronin Wood, un diseñador gráfico de 24 años, en el barrio neoyorquino de Chelsea, junto a otro trabajo del artista británico.
Allí, Banksy entregó su segundo grafiti, una broma sobre Nueva York, la forma de hablar de sus habitantes y su origen británico.
"Éste es mi acento de Nueva York", escribió con grandes caracteres, agregando más abajo en letra bastardilla pequeña "habitualmente escribo así", un modo de reírse de la grandilocuencia que muchas veces aflora en la ciudad.