Por: Carlos Eduardo Amézquita
Pasan los días y aún no terminamos de asimilar lo que realmente sucede con la Pandemia ¿es una gripa, es una estrategia de poder estatal, o es un virus letal? No se trata de ser pesimistas o terroristas, simplemente se trata de observar la Historia, y reconocer nuestras propias limitaciones institucionales.
Michel Foucault, en pleno siglo XX, nos alertó que algo así podría ocurrir. A esta forma estratégica de ejecutarse el poder estatal, dentro de la sociedad, la denominó “biopolítica”, o lo que es lo mismo: “Bio/política” es la relación de las estructuras del poder con los sistemas de vida de la población, en un territorio.
Desde sus comienzos, y cada 120 años en promedio, la humanidad ha sido diezmada por virus y bacterias, similares al COVID. Incluso se teme que, aunque llegare un cargamento de vacunas al país, miles de colombianos morirían antes del Plan de Vacunación.
Miren nomás: Alrededor de 2 millones de muertes oficialmente son reportadas por el DANE, sin considerar los pacientes críticos en auto/confinamiento. Inaudito que los informes diarios del Director DANE en los Medios sean noticia antes que los del Ministro de Salud. Esto es como “el rating de la muerte”.
¿Está obligado el país a cumplir con metas de control y autocontrol del crecimiento poblacional? ¿Cuáles son estas Metas y quién las regula?
La OMS, con sede en Ginebra, señala que todo será peor en 2021: “El segundo año de la pandemia puede ser más mortífera”; y es inadmisible, porque la comunidad médica y científica del mundo siempre previno a los gobiernos, anticipada/mente/. Sin embargo, los gobernantes se hicieron los de la “vista gorda”. Incluso la confundieron con otro tipo de enfermedades menos agresivas.