“No es un peligro para la sociedad”, fue la manifestación de la juez que dejo en libertad al ingeniero civil y ex secretario de Planeación del municipio de Algeciras, Yamil Rivera Polanía, quien conducía en estado de embriaguez, el automóvil que acabó con la vida del niño Santiago Rodríguez Rosas y causó heridas a su abuelita Carmen Pinto, en el barrio Timanco.
La decisión de no privar de la libertad en la cárcel al hombre, fue adoptada por la Juez Segunda Penal Municipal de Neiva con Funciones de Garantías en la audiencia de solicitud de medida de aseguramiento carcelario, al filo de la medianoche del pasado lunes.
Rivera Polanía, con 3.01 grados de alcoholemia en su organismo, conducía el automóvil Mazda 323, de placa NVR-540, con el que segó la vida del niño de ocho años de edad Santiago Rodríguez, cuando lo arrolló en momentos que iba con su abuela, a la altura de la Calle 17 entre las carreras 22 y 23 del barrio Timanco, a las 9:10 p.m. del domingo anterior. “Es el tercer grado de alcohol, que es el más alto”, manifestó el director de la Secretaría de Movilidad de Neiva, Libardo Carvajal.
El Fiscal Doce Seccional de Neiva en su solicitud de medida de aseguramiento, manifestó a la togada que Rivera era “un peligro para la sociedad” al señalar que es una persona estudiada que “entiende que manejar borracho puede causar lo que paso…no tuvo ninguna persuasión, no le importó…”.
Añadió en la petición que el ex funcionario público, de 49 años de edad, podría evadir su responsabilidad penal, sabiendo que enfrentaría una pena mínima de 17 años y 4 meses de prisión a la que no tiene derecho a la rebaja por ser un menor de edad la víctima, según el artículo 199 en su numeral primero.
No obstante la juez de garantías al anunciar su decisión de negar la medida de aseguramiento en centro carcelario, manifestó que Rivera Polanía no “era peligroso para la sociedad”.
Precisó que es “ampliamente” conocido como representante de la sociedad, tras haber sido Personero y Secretario de Planeación en el municipio de Algeciras. “Ha tenido contratos y su actividad laboral es permanente en el departamento”.
Señaló además la togada que “no se vislumbra” que el hombre fuera a evadir la justicia volándose del país por la falta de recursos económicos.
El fiscal imputó a Rivera Polanía los delitos de homicidio doloso con dolo eventual y lesiones personales dolosas.
Último adiós
Mientras Rivera ayer se encontraba en su casa, los familiares del menor acudían a las honras fúnebres en la iglesia del barrio Timanco.
En medio de conmovedoras escenas de llanto de sus allegados y amigos, el cortejo fúnebre se desplazó hacia el cementerio Jardines El Paraíso donde con una serenata fue despedido.