Con 15 casos de fiebre tifoidea, nueve de ellos confirmados por laboratorios en el municipio de Garzón, la Secretaría de Salud Departamental prende las alarmas. Mañana una comisión del Instituto Nacional de Salud visitará la zona. Con 15 casos de fiebre tifoidea, nueve de ellos confirmados por laboratorios en el municipio de Garzón, la Secretaría de Salud Departamental prende las alarmas. Mañana una comisión del Instituto Nacional de Salud visitará la zona. CAROLINA AMÉZQUITA CASTRO LA NACIÓN, NEIVA Lo que inició como una presunción tiene alarmada a la comunidad y autoridades sanitarias en el municipio de Garzón. Nueve casos confirmados de fiebre tifoidea fueron reportados a la Secretaría de Salud Departamental. La noticia fue puesta en conocimiento del Instituto Nacional de Salud que durante esta semana brindará el acompañamiento. Los casos se registraron en los centros poblados de Sartenejo y Majo en el municipio diocesano del Huila. “En este momento tenemos una situación delicada, ya identificamos un brote de fiebre tifoidea, hay nueve casos confirmados por laboratorio, seis casos que están en nexo epidemiológico y otros que se están estudiando porque tienen sintomatología muy parecida a la de la enfermedad”, expresó Ema Constanza Sastoque, secretaria de Salud Departamental. Ante la situación, la jefe de la cartera envío profesionales a inspeccionar la zona afectada. “Se plantearon las estrategias, se tomaron las muestras de sangre, materia fecal de los enfermos, de los manipuladores de alimentos, de la gente que de una un otra manera hacen que esto se vuelva una cadena epidemiológica y muestras de agua. Eso permitió que ya hoy tengamos los casos confirmados”. La inusual situación fue puesta en conocimiento de los entes nacionales, que de inmediato manifestaron su total apoyo con el departamento para afrontar el brote. “El Instituto Nacional de Salud nos visitará del 14 al 17 de febrero para hacer toda esa investigación de campo con profesionales que tienen el manejo respecto al tema y poder dar el acompañamiento en Garzón y el Huila, para establecer donde nace realmente ese nexo epidemiológico al que hoy tenemos que buscarle el control”, dijo Sastoque. La enfermedad La fiebre tifoidea es causada por una bacteria llamada Salmonella, según la funcionaria, la identificada en Garzón tiene más capacidad de adherirse a las células de las personas y sobrevivir en el intestino. “Allí se vuelve virulenta y empieza a hacer todo el daño de la enfermedad”. La forma de trasmisión de la enfermedad es a través del agua, alimentos contaminados con heces o con orina de enfermos o portadores. “Porque la gente no hace una buena limpieza, un buen lavado de manos y ahí es donde se vuelve ese círculo vicioso que la gente debe conocer”, expresó Sastoque. Los síntomas presentados por los portadores de la enfermedad, son fuertes dolores de cabeza, estómago, músculos, fiebres altas. “Es como si fuera virus, luego aparecen otros síntomas que pueden durar tres días a tres meses, margen muy amplio. Cerca de 10% de los pacientes con fiebre tifoidea no tratada, excretan los bacilos durante tres meses y del 2% al 5% son portadores asintomáticos, excretando la bacteria hasta por un año”. La idea con la visita del Instituto, es detectar en qué parte se está generando el brote para controlarlo. “Esta cadena hay que tratarla para poderla romper”, puntualizó la funcionaria. Agua no apta para el consumo En este sentido, Sastoque afirmó que en gran parte la propagación del virus se da por el alto consumo de agua no apta para el ser humano, sobre todo en las zonas rurales del departamento. Y es que tan solo 17 de los 37 municipios del Departamento cuentan con agua apta para el consumo humano. Ellos son Altamira, Baraya, Neiva, Campoalegre, garzón, Gigante, Hobo, La Plata, Palermo, Pitalito, San Agustín, Suaza, Tarqui, Teruel, Tesalia, Timaná y Yaguará. En riesgo bajo se encuentran Algeciras, Pital, Guadalupe, Íquira, Isnos, Argentina, Nátaga, Paicol, Palestina, Rivera, Agrado y Aipe. El riesgo medio se presenta en los municipios de Acevedo, Colombia, Elías, Saladoblanco, Santa María, Tello y Villavieja. Y el agua inviablemente sanitaria, no apta para el consumo humano está en Oporapa, según la funcionaria. “Sin embargo más del 95 % de la población en el área rural recibe agua no apta para el consumo humano”. 
La Secretaría de Salud hizo un llamado a la comunidad para que tome medidas sanitarias preventivas y puedan controlar la propagación de la enfermedad.
