El Banco de la República redujo el viernes pasado su pronóstico de crecimiento más probable para 2013 desde 4,3% a 4%, con un rango entre 3,0% y 4,5%.
La nueva estimación se explica en parte por el comportamiento observado de la economía mundial y el débil gasto privado. En junio pasado, el gobierno revisó a la baja su proyección de crecimiento de la economía para este año, de 4,8% a 4,5%.
En estas condiciones, el Banco de la República estimó que los indicadores de actividad económica y sus proyecciones muestran un nivel de producto inferior al que se puede generar con la capacidad instalada.
No obstante, el equipo técnico es optimista y confía en el crecimiento económico colombiano aumente a lo largo del año en la medida en que el gasto agregado reaccione a las medidas previas de política monetaria y a las acciones del gobierno nacional para dinamizar la economía.
Y marca tendencias favorables. La expansión de la economía colombiana se desaceleró a 2,8% durante el primer trimestre de 2013. El Producto Interno Bruto (PIB) cerró el año pasado con una expansión de 4%, lo que representó una desaceleración frente al 6,6% registrado en 2011.
Además de las proyecciones de crecimiento del gobierno y el Banco de la República, la Cepal estimó un alza del PIB de 4,5%. Y hay otros motivos para mantener el optimismo.
El crecimiento del crédito bancario, en moneda nacional y extranjera, da señales de estabilizarse a una tasa mayor que el crecimiento del PIB nominal. Las tasas de interés del crédito siguen descendiendo y en términos reales se encuentran por debajo de sus promedios históricos (exceptuando tarjetas de crédito).
En junio la inflación anual (2,16%) y el promedio de las inflaciones básicas (2.5%) fueron levemente superiores a las del mes anterior. El promedio de las expectativas de inflación de los analistas y las calculadas a partir de las tasas de los títulos de deuda pública es similar a la meta de inflación de 3%.
En contraste, el Gobierno ve señales positivas y estima que los efectos del Pipe se van a sentir con mejores cifras en este segundo del año, además de las inversiones en construcción que deben ejecutarse.
Es de esperar que las acciones de política monetaria y fiscal realizadas hasta el momento contribuyan a que en el transcurso del año el producto crezca a un ritmo mayor.
Aunque las perspectivas son buenas y se descarta una desaceleración de la economía local, no se puede cantar victoria. Y menos cuando las locomotoras de la prosperidad andan a media marcha y otras siguen apagadas.
“Aunque las perspectivas son buenas y se descarta una desaceleración de la economía local, no se puede cantar victoria”.
EDITORIALITO
Un nuevo asalto bancario se registró ayer a plena luz del día y ante numerosos testigos en el barrio Buganviles en Neiva. Es el tercer caso que se registra en poco tiempo. Una señal de alarma para enfrentar esta modalidad delictiva que sigue en aumento.