La Nación
Con tapetes de trapo, se gana la vida en cuarentena 1 17 abril, 2024
HUILA

Con tapetes de trapo, se gana la vida en cuarentena

A sus 53 años, José Javier Fernández recorre en su silla de ruedas la ciudad de Neiva para ofrecer sus tapetes hechos de retazos y estopa.

 

Carol Medina Soto

neiva@lanacion.com.co

En cuarentena, José Javier Fernández, recorre las calles de Neiva en su silla de ruedas buscando siempre retazos de tela y estopa para fabricar sus coloridos tapetes de trapo, que vende para sobrevivir con su hermana y su cuñado.

A pesar de que la poliomielitis, una enfermedad infecciosa producida por un virus que ataca la médula espinal y provoca atrofia muscular y parálisis, le quitó la oportunidad de caminar, Javier a sus 53 años continúa trabajando, buscando la manera de sentirse útil y aportar de alguna manera al hogar en tiempos de pandemia.

“Yo soy la única familia que él tiene desde que mi mamá falleció hace cuatro años y desde entonces yo lo cuido, él hace sus tapetes de trapo y los ofrece, una tía que vivía en Armenia le enseñó a hacerlos hace muchos años y desde entonces él los fabrica”, contó su hermana Deyanira Fernández, empleada doméstica que se quedó sin trabajo desde que se decretó el aislamiento preventivo obligatorio en el país.

Para elaborar los tapetes, usa estopas o costales que le regalan en las panaderías. “Las modistas lo conocen y le guardan los pedazos de tela o la gente ya lo conoce a él y se los trae, pero él también sale a buscar la estopa, debe ser suave, no muy gruesa para que no se le parta la aguja, él sabe diferenciar muy bien cuál es la que necesita, él se la rebusca”, comentó.

Hasta hace un mes pudo volver a hacerlos, pues la aguja especial que usa para armarlos se la había partido y por el confinamiento no había podido conseguirla. “Casi no la encontramos, todo estaba cerrado y él no podía hacerlos desde hace dos meses, pero al fin la conseguimos”.

Javier, casi no puede hablar, pero siempre trata de agradecer toda la ayuda que le brindan, recientemente le regalaron una silla de ruedas con ayuda de varias personas que se unieron para conseguirla y le cambiaron su vieja y desgastada silla que llevaba tres años dañada.

“Yo estoy muy feliz, de tener mi nueva silla de ruedas para poder salir a buscar las cosas para hacer mis tapetes, yo estoy muy contento, gracias a Dios hay personas que me ayudan”, afirmó.

Se hace máximo dos tapetes semanales, antes elaboraba más, pero su visión cada vez es más escasa, aunque no pierde la energía para sentarse en el suelo, afuera de su casa en el barrio Luis Ignacio Andrade de lunes a jueves a seleccionar los retazos y la estopa para hacer sus tapetes. “Los vendo a cinco mil pesos, los hago por encargo, también los ofrezco de todos los colores”, finalizó.

Con tapetes de trapo, se gana la vida en cuarentena 7 17 abril, 2024
Una nueva silla le entregaron recientemente a Javier José para que pueda salir a vender sus tapetes de colores.