Cuando iniciamos el Gobierno encontramos que la industria colombiana venía con una caída acumulada de cinco trimestres consecutivos, en gran medida generada por la crisis financiera global y el cierre del mercado de Venezuela; además, enfrentaba una estructura de costos de producción desbordada y una revaluación galopante. Las exportaciones industriales, por ejemplo, se habían desplomado por cuenta del cierre del comercio con Venezuela –nuestro segundo socio comercial– y el acceso al mercado estadounidense estaba seriamente comprometido por la engavetada que le dio el Congreso al acuerdo comercial con ese país.
Por ello, nos volcamos a trabajar en favor de todas las empresas colombianas, sin importar su tamaño, y en pro de la industria. Establecimos una hoja de ruta clara de la cual resalto las siguientes estrategias: más acceso a los mercados internacionales, menores costos de producción para enfrentar la revaluación y apoyo sectorial.
En el caso del acceso comercial, logramos que entraran en vigencia los acuerdos comerciales con Canadá, Suiza, Estados Unidos y Europa, los cuales son respaldados mayoritariamente por la industria colombiana. Esto nos permite pasar de un acceso preferencial de 450 millones de consumidores potenciales, a 1400 millones de clientes para nuestros productos.
Además, solo con el acuerdo con Estados Unidos, la industria colombiana ahorró más de 150 millones de dólares en aranceles.
En cuanto a los costos de producción, y para enfrentar mejor la revaluación, desmontamos las sobretasas de la energía y el gas así como también los aranceles a las materias primas y bienes de capital. Estas dos medidas, entre otras tomadas, representan un ahorro de más de 2 billones de pesos que las empresas colombianas están reinvirtiendo en tecnología, insumos e innovación.
Otra de las acciones tomadas para apoyar la industria es la relacionada con la innovación y el desarrollo tecnológico. En 2012 creamos Innpulsa, operado por Bancóldex, para apoyar la transformación tecnológica de la industria. Este programa ha asignado $170 mil millones a 328 proyectos de innovación y emprendimiento beneficiando a más de 22 mil empresas.
Gracias a todas estas gestiones, y a otras políticas que están hoy en curso, nuestro sector industrial, tiene cifras para mostrar.
El PIB industrial creció 4,2% desde el inicio de este Gobierno a la fecha. Esta variación, sin lugar a dudas, no resulta despreciable si tenemos en cuenta lo que está ocurriendo fuera de casa.
Entre agosto de 2010 a junio de 2013, hemos atendido a más de 950 inversionistas extranjeros, logrando más de 4.000 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa dirigidos a la industria.
Al analizar las exportaciones industriales, observamos que este indicador también ofrece un balance favorable, toda vez que, ha registrado una variación de 22% desde el comienzo del gobierno.
Pero la motivación de fondo de todo el esfuerzo realizado por el Gobierno ha sido la generación de empleo. Seguimos trabajando para tener una industria de país moderno: integrada al comercio mundial, competitiva y generando empleo. Aunque algunos se empecinen en afirmar que el país se está desindustrializando o que no hay política industrial, las medidas tomadas a la fecha y los resultados que estas han generado nos permiten debatir estas teorías con cifras en mano.
*Ministro de Comercio, Industria y Turismo